AGENDA LEVANTINA

La ruta de los gasoductos

El Cairo espera ansiosamente la decisión final de Israel sobre un acuerdo de oleoducto que enviará petróleo desde Eilat a Ashkelon

OPINIÓN

·
Marta Tawil / Agenda Levantina / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Para Oriente Medio, el año 2022 se empieza a trazar en términos del mapa de gasoductos y oleoductos, rutas de navegación y de carga por tierra, para los que se presagian importantes cambios.

En el Canal de Suez, el reciente acuerdo de Emiratos Árabes Unidos con Irán y Turquía estipula que las mercancías de los puertos de Dubái y Abu Dabi se enviarán al sur de Irán, y desde allí por tierra a Turquía y Europa. Esta ruta podría acortar el tiempo de transporte de 20 días a una semana.

Además, El Cairo espera ansiosamente la decisión final de Israel sobre un acuerdo de oleoducto que enviará petróleo desde Eilat a Ashkelon.

El equilibrio comercial y diplomático se orienta como sigue. El desvío de parte del cargamento de petróleo proveniente de Asia y los países del Golfo al oleoducto israelí afectará los ingresos del Canal, que representan dos por ciento del Producto Interno Bruto de Egipto.

Por su parte, Israel no está en posición de reprender a Emiratos por estrechar aún más sus vínculos con Teherán. Cualquier movimiento militar o diplomático contra Irán requiere que Tel Aviv considere los intereses de su ahora aliado, Emiratos.

Por otra parte, las exploraciones de gas en el Mediterráneo oriental y el conflicto libio tienen un panorama de desescalada.
Las fuentes tradicionales de fricción entre Turquía, Grecia y Chipre ahora encajan con otro conjunto de tensiones geopolíticas entrelazadas y disputas energéticas entre Turquía y un grupo de países que incluye a Francia, Egipto y Emiratos.

Entre los factores que motivan esta reorganización se encuentran: la elección de Joe Biden a la Presidencia en Estados Unidos, la convergencia europeo-estadounidense en el Mediterráneo oriental, la grave crisis económica en Turquía, la baja de tensiones de Turquía con Egipto, Emiratos Árabes Unidos e Israel, y la interrupción de las actividades de perforación y exploración en aguas en disputa, con Grecia y Turquía de acuerdo para establecer un mecanismo de negociación a nivel de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Pero las tensiones permanecen y cualquier nueva actividad de exploración amerita cautela diplomática y
comercial.

Las agitadas aguas del Mediterráneo Oriental y los ductos en el Próximo Oriente están bordeados además del conflicto entre Rusia y Ucrania, el tema nuclear iraní, la violencia contra civiles palestinos, las tragedias humanitarias siria y yemení, la guerra en Etiopía, las crisis en Sudán y Kazajstán.

La diplomacia, como aceptación de un puente y de una red de salvación, más que nunca exige creatividad.

POR MARTA TAWIL
INVESTIGADORA DE EL COLMEX

PAL