ALHAJERO

Lo que Sabines vivió en la Cámara

En las tribunas del Congreso hemos atestiguado infinidad de desfiguros, gesticulaciones, provocaciones, tanto o más ofensivas que las actuales

OPINIÓN

·
Martha Anaya / Alhajero / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Hay morenos que se aporrean y se desgarran las vestiduras porque la oposición les sorraja desde las tribunas de la Cámara de Diputados y del Senado una buena dosis de adjetivos ofensivos –acompañados de agravios lacerantes y humillantes incluso— que, dicen, nunca antes se habían visto y ofenden al Congreso mismo.

Lo cierto es que no es así. En las Cámaras —en sus salones de sesiones y sus tribunas—, hemos atestiguado infinidad de desfiguros, gesticulaciones y provocaciones —peores a los que hoy vemos—, y hemos escuchado también todo tipo de calificativos. La riqueza del lenguaje se paseaba oronda.

Va un ejemplo: En 1988, durante las sesiones del Colegio Electoral en que se calificaba la elección presidencial en la que compitieron Carlos Salinas de Gortari (PRI), Cuauhtémoc Cárdenas (PRD) y Manuel Clouthier (PAN), el poeta Jaime Sabines recogió desde su curul una lista de expresiones hacia los priistas que transcribió y acompañó de ironía.

Sabines me obsequió ese texto, cuyo original conservo. Hoy les transcribo lo que escribió hace 33 años sobre lo que vivió en la Cámara de Diputados: 

En quince días de asistir a las sesiones del Colegio Electoral he escuchado las siguientes expresiones acerca de los miembros del PRI: los priístas son sordos, ciegos, mudos, miopes, deshonestos, incapaces, ineptos, inconscientes, insensibles, cínicos, mafiosos, traidores a la patria, falsificadores, magos, alquimistas, burladores del pueblo, ladrones, asesinos, hampones, inmorales, sinvergüenzas, desfachatados, corruptos, culeros, irresponsables, sucios, impostores, criminales, irracionales, infames, acarreados, mecanizados, robots, raquíticos, exiguos, anémicos, endebles, precarios, indecentes, chanchulleros, asquerosos, tortuosos, delincuentes, zapateros, abusivos, pillos, charros, tramposos, falsos, mentirosos, bribones, electrónicos, computarizados, autómatas, cibernéticos, ataráxicos, increíbles, mayor-minoritarios, escorias, hijos de su madre, extraterrestres, irreales, surrealistas, humanoides, acabados, en extinción, sindicaturados, torpes, socarrones, paracaidistas, perversos, consultantes, miedosos, indignos, débiles, defraudadores, cachirules, mezquinos, prepotentes, represores, usurpadores, vulgares, cachondeadores, maniobreros, inconfiables, antidemocráticos, fascistas, antihistóricos, contrarrevolucionarios, proimperialistas, oligarcas, vendidos, entreguistas, méndigos, explotadores, sojuzgadores, negativos, sin hormonas, sentenciados por el pueblo; y además, en escala zoológica, de manera precisa y simultánea: dinosaurios, coyotes, golondrinas, gaviotas, puercos, perros, mapaches, borregos y ratas.

En quinces días de asistir al Colegio he visto que contra los priístas se pone el pulgar hacia abajo condenándolos a muerte, se hace la V de la victoria intimidándolos, se empuja el puño cerrado hacia arriba y adelante, todo esto entre gritos y porras alucinantes, o bien, en silencio, burlonamente, se ponen las manos abiertas a temblar. Cuando es necesario, se toma por asalto la tribuna, se golpea la mesa, se vocifera y gesticula y se afirma de este modo el derecho electoral.

En quince días de asistir a las clases del Colegio se me ha enseñado que los miembros de los partidos de oposición son los únicos dueños, los propietarios legítimos: de la Bandera, del Himno Nacional, del Pueblo Mexicano, de la Verdad Histórica y del Porvenir.

Les doy las gracias porque nunca como ahora —ante la inminencia de ser expulsado de la Historia—, nunca como ahora me había sentido tan a gusto en el PRI.        

•••

GEMAS: Obsequio de la investigadora de la UNAM, Sara Sefchovich: ¿Qué es lo que pretende conseguir AMLO con estos linchamientos (a científicos, académicos, universidades)? Pretextos para cortarle recursos a las instituciones y llevarlos a sus megaproyectos”.

POR MARTHA ANAYA
MARTHAMERCEDESA@GMAIL.COM
@MARTHAANAYA

PAL