Aunque aún no se supera la pandemia y la crisis sanitaria, ya estamos con una nueva ola, pero también con una cepa diferente. Más contagios aunque menos mortales, pero ya saturando las capacidades ya disminuidas del sector salud. Las vacunas que fueron un respiro empiezan a ser superadas por las mutaciones sucesivas y la resistencia de una población que se niega a vacunarse. Nuevamente y como siempre el crecimiento del problema y / o la prevención queda en manos de la responsabilidad personal. Pero cuando, falta sensibilidad y consciencia individual, y el costo social es más alto se hace necesario inhibir esas conductas con incentivos negativos como el gravamen o la restricción, dejando a salvo la libertad de elegir.
POR SALVADOR CERÓN
ECONOMISTA
@ACCRESPONSABLE
dza