COLUMNA INVITADA

El verdadero fraude

Concluyó el tiempo de las campañas político-electorales y la Ley establece un período de tres días de reflexión ciudadana antes de la jornada electoral

OPINIÓN

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José Encarnación Alfaro Cazares/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Concluyó el tiempo de las campañas político-electorales y la Ley establece un período de tres días de reflexión ciudadana antes de la jornada electoral de las elecciones más complicadas de nuestra historia democrática; complejidad que deriva no sólo por el número de cargos a elegir, sino por las dificultades que impone la crisis sanitaria que vivimos, agravada por el clima de inseguridad y violencia que ha cobrado la vida de 38 candidatas y candidatos; pero sobre todo, por el clima de crispación, confrontación y polarización que se ha originado desde palacio nacional.

Y por si faltaran elementos para hacer más complicado el proceso electoral, el presidente López Obrador y los dirigentes de su partido se han empeñado en atacar y descalificar la función del INE como la autoridad electoral que, de acuerdo con la Constitución Política de la República, es el órgano responsable de organizar las elecciones y garantizar que se desarrollen sobre los principios rectores de “certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad y objetividad”.

En su visión anacrónica y nostálgica del pasado priista, el gobierno de la 4T añora los tiempos del Consejo Federal Electoral que manejaba las elecciones en la dirección que le señalara el presidente de la República. Y en este contexto, la dirigencia nacional de Morena vocifera sobre lo que llama el fraude que preparan el INE y los Partidos de la alianza “Va por México” en contra del proyecto transformador de su caudillo, sólo porque las encuestas revelan la caída del apoyo social a su estilo personal de gobernar.

Pero no se dan cuenta que su señalamiento descalifica también de manera anticipada la función de cerca de cuatro millones y medio de ciudadanos que actuarán como autoridad electoral y representantes de los partidos políticos en las casillas electorales. Su temor a la derrota es del mismo tamaño de su incapacidad para gobernar.

El verdadero fraude es el que se fragua en la desesperación y el ánimo de revancha de los cuatroteistas frente a la evidente disminución del respaldo popular a su movimiento y la clara posibilidad de que pierdan la mayoría en la Cámara de Diputados y sean derrotados en un numero importante de elecciones locales por la misma fuerza que el 2018 los llevó al poder; el verdadero fraude se ubica en el desacato del presidente López Obrador a las disposiciones Constitucionales que lo obligan a ser imparcial en la contienda electoral; el verdadero fraude es su pretensión de rechazar sus derrotas judicializando los resultados para generar un peligroso clima de inestabilidad como caldo de cultivo para soluciones autoritarias y violentas.

El mejor antídoto contra el fraude político-judicial que prepara Morena bajo la sombra del caudillo será la votación decidida del mayor número de ciudadanos para elegir una nueva mayoría en la Cámara de Diputados que reestablezca el equilibrio de poderes y garantice el orden constitucional.

Un voto a favor de una opción distinta a Morena será un grito enérgico de protesta frente a las desviaciones del poder público de la 4T y una clara determinación de defender a la República de los peligros del autoritarismo dictatorial; será la expresión de la voluntad popular por mantener un régimen democrático plural, de unidad y de libertades.

POR JOSÉ ENCARNACIÓN ALFARO CÁZARES

@JOSEEALFARO 

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