CARTOGRAFÍA DE LA HOSPITALIDAD

Por el gusto de recibir

Durante mi última visita al Palacio de Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos, como consultora en hospitalidad y etiqueta, descubrí que, para recibir a alguien –que puede ser viajero

OPINIÓN

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Montserrat Barros/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Durante mi última visita al Palacio de Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos, como consultora en hospitalidad y etiqueta, descubrí que, para recibir a alguien –que puede ser viajero, amigo o familiar, o las tres–, no necesitamos un palacio… sólo recordar el placer de consentir a nuestros invitados.

Como aprendí de la cultura árabe: lo que compartimos con abundancia, se nos regresa multiplicado. Por eso, decidí aprovechar esta columna para compartirles algunos tips que aplicamos en el palacio y que son de gran utilidad siempre que recibimos a un invitado. Ahora sí, viajeros, ¡vamos a disfrutar ser, también, los anfitriones!

Considera tus habilidades culinarias. Intentar una cocina compleja puede ser abrumador y agotador. Asegúrate de que tus invitados sepan los horarios, el lugar y el código de vestimenta. 

Convive con todos y atiende las necesidades de tus invitados. No te dejes atrapar en una conversación con una sola persona. Vigila que nadie se sienta excluido. Presenta a tus invitados si es que no se conocen,  e inicia conversaciones de temas comunes. Siempre se introduce de mayor a menor rango.

Pregúntale a tus invitados sobre cualquier restricción alimenticia o dieta especial, y haz todo lo posible para satisfacerlos. La regla de oro es “muestra la abundancia al recibir”. 

Asegúrate de que todos tengan suficiente para comer y beber, pero no presiones una segunda ración a los que se niegan. Como anfitrión, debes quedarte hasta el final de tu evento, incluso si dura más de lo que habías planeado. ¡Considéralo un reflejo de tus excelentes habilidades de anfitrión!

Recuerda, también, que no todos los eventos se desarrollarán sin problemas: los pasos en falso y los errores de juicio son peligros inevitables. A la hora de planear el menú, no olvides tomar en cuenta la religión y la cultura de tus invitados. Desde luego, considera sus alergias e intolerancias, y asegura la higiene de los alimentos.

Sin duda, envenenar inadvertidamente a alguien, resulta en el escollo de alojamiento más grave de todos. Verifica que las superficies de preparación estén escrupulosamente limpias; congela y descongela los alimentos con cuidado y, claro, no sirvas nada después de su fecha de caducidad. De ser posible, evita los mariscos: sólo se necesita una ostra mala para causar estragos.

La clave para ser un buen anfitrión, es lograr anticipar cualquier eventualidad. Por ejemplo, una carrera de pánico a Sainsbury’s para buscar más vino no inspirará confianza a tus invitados e, incluso, es posible que se sientan ofendidos por tu falta de consideración. Haz una lista de compras detallada y, si tienes dudas sobre la cantidad, recuerda que es mejor atender más que menos.

POR MONTSERRAT BARROS
@HOSPITALITYANDBUTLER

MAAZ