ANÁLISIS

China y la venta de armas

Una delegación china visitó Argentina para concretar negociaciones por la venta de 12 aviones de combate supersónicos JF-17 Thunder para la Fuerza Aérea Argentina

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Colaborador. / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La compraventa legítima de armamento en el mercado internacional, por más pequeña que sea, conlleva un elemento geopolítico. La adquisición de armas por lo general incluye un componente doctrinal, dogmático, además de la transferencia de conocimiento, educación, técnica, así como el desarrollo de relaciones comerciales e industriales para garantizar una cadena de suministro de partes, entrenamiento, mantenimiento y consumibles que puede durar de 20 a 50 años.  

La semana pasada, una delegación china visitó Argentina para concretar negociaciones por la venta de 12 aviones de combate supersónicos JF-17 Thunder para la Fuerza Aérea Argentina (FAA).

El caza chino no es necesariamente el favorito de la FAA, pero, tras casi dos décadas de fracasos buscando el reemplazo de sus interceptores Mirage III, ya retirados hace varios años, el avión chino –ofrecido bajo un esquema de transferencia de tecnología y financiamiento a largo plazo– parece ser la mejor opción para la FAA. 

 En los últimos 20 años, Argentina intentó comprar aviones de combate a Francia, España, Brasil, Israel, Italia y Corea del Sur, pero todas las negociaciones se derrumbaron por el embargo inglés o por falta de financiamiento.  De concretarse la venta, será la primera exportación de cazas supersónicos de China hacia el hemisferio occidental… Si bien sería una victoria comercial relativamente modesta –$500 mdd– geopolíticamente valdrá su peso en oro para China.    

No será la primera venta para Latam, pero sí la más significativa.  

Las primeras ventas de armamento chino a la región comenzaron después de la Guerra Fría, cuando Bolivia y Ecuador encontraron en el país asiático una fuente de piezas de artillería y misiles antiaéreos y antitanques muy económica. Hace una década, Perú también adoptó algunos de estos sistemas, sin embargo, los regímenes bolivarianos de Venezuela y Bolivia han sido, hasta ahora, los principales mercados para las armas chinas.   

México también sucumbió a la tentación y se aventuró en 2004 a comprar 13 obuseros ligeros NORINCO M90 de 105mm de China, ofrecidos a una fracción del precio de sus rivales occidentales.  Los obuseros M90 sirvieron para equipar a un regimiento de artillería, pero la idea era reequipar a por lo menos ocho (96 obuseros) con equipo moderno, por lo que el precio era tan atractivo. El Ejército mexicano rara vez se pronuncia públicamente para criticar la calidad de su equipo, pero basta decir que no hubo segundo pedido. 

China busca ávidamente cómo ganar espacios en el mercado internacional, ofreciendo esquemas de transferencia de tecnología, compensaciones comerciales y créditos a largo plazo con tasas de interés muy atractivas.  Si tomamos en cuenta que el desarrollo tecnológico militar chino busca pasar de "meramente satisfactorio" a "altamente competitivo y sofisticado", las armas chinas pronto serán elegidas más por su capacidad que por su precio. El asegurar una venta de aviones de combate crearía una relación militar a largo plazo importante entre China y Argentina, que se sumaría a las de Bolivia y Venezuela. El plan para ocupar espacios estratégicos en el hemisferio occidental es de paciencia, constancia y perseverancia.

POR ÍÑIGO GUEVARA MOYANO
DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA JANE'S EN WASHINGTON, DC
ORBE@ELHERALDODEMEXICO.COM

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