TRES EN RAYA

El candidato de AMLO y del Reforma

Así que voy a contestar la pregunta. No sé de quién sea candidato ese abanderado, pero sí sé una cosa: el candidato, tanto del rotativo como del autócrata que tenemos como presidente, se llama Samuel García, contendiendo por Movimiento Ciudadano en la entidad

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Lo imposible sucedió. Andrés Manuel y el Grupo Reforma están de acuerdo en algo, aunque ambos lo niegan y se culpan de jugar sucio. El rotativo Reforma, incluso, pregunta ayer en una de sus notas: ¿el candidato de quién?, refiriéndose a Adrián de la Garza, aspirante a la gubernatura de Nuevo León por el PRI y el PRD.

Así que voy a contestar la pregunta. No sé de quién sea candidato ese abanderado, pero sí sé una cosa: el candidato, tanto del rotativo como del autócrata que tenemos como presidente, se llama Samuel García, contendiendo por Movimiento Ciudadano en la entidad.

El Norte de Grupo Reforma había organizado en su “casa” un debate electoral entre los cuatro regios candidatos, al cual de último momento solo asistió Samuel. Por ello, los periódicos del Grupo referido acusan en su edición del miércoles que se coludieron los demás candidatos para no asistir: desde Clara Luz Flores (Morena), pasando por Fernando Larrazábal (PAN) y terminando por el ya mencionado De la Garza.

Aun con ello llevaron el ejercicio adelante y plantearon la preguntas al aire que tenían preparadas; toda la contrarréplica la acaparó García, como era obvio. Nada más que un pequeño detalle: en las preguntas que estuvieron dirigidas a Adrián, Clara Luz y Samuel sí se notó una diferencia muy marcada. A ella, por ejemplo, le hubiera tocado responder: “el gobierno federal busca tumbar a sus rivales. ¿Apoyo o estorbo?”; a Adrián: “su hermano Filiberto ha representado a giros negros. ¿Relación familiar cómoda o incómoda?”; mientras que a ‘Sammy’ se le preguntó sobre su propuesta de pacto fiscal.

Sí, a uno le invitaban a compartir su plataforma de gobierno y a los otros dos a defenderse de ataques asestados por el anfitrión. Es una lástima que un diario tan serio como El Norte se haya encandilado así por un candidato. Pierde la objetividad que debería brindar.

Sigue el mismo camino que la Fiscalía General de la República: simular con uno y fastidiar al otro. Para el caso de Samuel, no existe ni denuncia ni acusación, mientras que para Adrián existe una carpeta abierta por parte de la FGR, la cual se desinflará pasadas las elecciones.

Sin lugar a dudas en la política se dan relaciones surrealistas. Se puede aventurar toda suerte de hipótesis pero en realidad las explicaciones más sencillas suelen ser las correctas. Y a estas alturas, tanto al Grupo Reforma como al presidente les conviene colocar a Samuel García cono ejecutivo local. Así de sencillo. Si bien es cierto, también, que las razones que conllevan a apoyar al naranja candidato son diferentes de uno y otros.

Llama la atención que siendo AMLO y Grupo Reforma viejos lobos de mar en política, los dos se dejaran embaucar por el joven candidato. En este recorrido están alimentando a un dirigente que a la larga no hará caso a ninguno de ellos, pero que tristemente tampoco será sinónimo de saber gobernar.

Por cierto, tal vez los únicos que sí leyeron de forma correcta la simulación y el engaño fueron los miembros de la Unidad Técnica de lo Contencioso del INE, quienes ante las denuncias del PAN y PRD en contra de Andrés Manuel por intervenir en el proceso electoral de Nuevo León, hicieron lo más inteligente: declararse incompetentes para resolver las quejas y mandarlas a la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León para ser resueltas. Se ahorraron una lluvia de ataques directos dirigidos desee Palacio Nacional.

En estos 17 días que faltan para la elección, ¿Reforma o Andrés Manuel aceptarán que apoyan al mismo candidato? El 6 de junio sabremos si los regios escucharon al grupo editorial y al presidente o prefirieron votar por otra opción. Mientras tanto, Samuel, candidato de Reforma y AMLO, se frota las manos.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

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