La historia de la política partidista y electoral en México nunca ha carecido de traiciones, cambios de bando, regateos de apoyo y fuego amigo. Pero en este inédito y sui géneris proceso, se han volado la barda. Lo que debería llamar la atención de los dirigentes partidistas, sin embargo, es tomar nota de quiénes no se disciplinaron a las decisiones tomadas y en lugar de tomar acciones transparentes, como abandonar abiertamente su partido, siguieron alimentando el socavón para que caigan algunos de sus “compañeros”.
NAUCALPAN. Tal vez el caso más estridente es el del panismo en Naucalpan, donde Acción Nacional encabeza, con Angélica Moya, la alianza con el PRI y el PRD. Ahí, uno de los personajes con más operación y estructura, aceptó de dientes para afuera la alianza, y dijo haberse metido al orden: Edgar Olvera.
Olvera, actual diputado local, esperaba que le permitieran definir la candidatura a la Presidencia Municipal. Pero fue arrinconado por el grupo de Enrique Vargas, quien se quedó con el control de las candidaturas, y le permitieron solamente incluir a su hermana Gabriela, como candidata al distrito XXIV federal. Aunque públicamente se dice que cerraron filas, la realidad es que Olvera y su equipo no apoyan a Moya.
El berrinche es más grave si se toma en cuenta que el municipio, en manos de Morena, puede recuperarlo el PAN, pues la diferencia en las encuestas dibuja una moneda en el aire. ¿Habrá algún jalón de orejas de Jorge Insunza, el dirigente del PAN?
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TLALNEPANTLA. Aunque trabajó en la campaña y un par de años del trienio de Raciel Pérez, alcalde morenista de Tlalnepantla, el ex panista Jonás Sandoval, se bajó de ese barco. Levantó la mano para ser el sucesor de Raciel, pero al definirse que le permitirían buscar la reelección, Jonás buscó salir de la ballena que se lo había tragado. Intentó hacer revuelo desde adentro y de pronto comenzaron a aparecer bardas y dípticos con colores de Morena y la biografía y foto de Jonás.
El movimiento no cuajó y la reacción del ayuntamiento fue abrir una indagatoria por falsificación de documentos, mientras encabezó el organismo de agua. Hoy, lejos de disciplinarse, se fue a apoyar al candidato de PRIANREDÉ, Marco Antonio Rodríguez. ¿Llevará Tlalne la indagatoria hasta el final?
NEZAHUALCÓYOTL. Este caso es de cuadro de honor: el morenista Emilio Ulloa llevó al límite las impugnaciones... ¡contra su compañero de partido y actual candidato puntero! No sólo impugnó a Adolfo Cerqueda como candidato de Morena-PT-NA: no lo ha apoyado en la campaña y está trabajando en contra. Y aún así, va al frente. Cuentan que pronto se verá la mano de Ulloa apoyando a otro candidato, ya sea con el PRI o Movimiento Ciudadano. Sólo espera la mejor puja.
¿Alguien le avisará al presidente López Obrador que en el segundo municipio con más población, presupuesto y electores del país, tiene al enemigo en casa?
Por HUGO CORZO
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