COLABORADORA

Pasos por la vida

Las organizaciones de la sociedad civil que llevan a cabo esta marcha anual, van mucho más allá de la contención

OPINIÓN

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Cecilia Romero/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

He participado en las diez marchas de “Pasos por la Vida”.  Las ocho primeras de manera presencial, y las últimas dos por vía remota.  Me llena de alegría, y de esperanza, comprobar que crece el número de jóvenes entusiastas en la lucha a favor del primer derecho de todos los derechos.  Y sobre todo, el enfoque positivo y propositivo que se le viene dando a esta batalla que hemos librado los mexicanos durante ya muchos años.  Esta última marcha, llevada a cabo el sábado 24 de abril, congregó a través de diversas plataformas, a más de 50,000 personas, jóvenes los más, defensores de la vida. 

Apenas el jueves anterior, en la Cámara de Diputados se  había suspendido la sesión de la Comisión de Justicia en la que se pondría a consideración un polémico dictamen para modificar diversas leyes.  Algunos de los temas que incluye dicho dictamen son cambios en los servicios de planificación familiar y anticoncepción, objeción de conciencia e ‘interrupción legal del embarazo’. Al no reunirse el quorum legal requerido, el dictamen no se discutió.

En muy diversas ocasiones, y ésta no fue la excepción, quienes promovemos el valor de la vida desde la concepción hasta la muerte nos hemos alegrado por la suspensión de reuniones en las que se veía la aprobación inminente de iniciativas contrarias, tanto en el Congreso de la Unión como en Congresos Locales, o en la SCJN.  La falta de quorum, la posposición de discusiones, producto casi siempre de intensos cabildeos y múltiples presiones de un lado y otro, han detenido el avance de la legislación federal en cuanto a la pretendida incorporación del aborto como un derecho de la mujer, y su consecuente despenalización.

Pero “Pasos por la Vida”, y las organizaciones de la sociedad civil que llevan a cabo esta marcha anual, van mucho más allá de la contención – indispensable por lo demás – de los intentos abortistas en la legislación.  Los pasos que están dando van por la defensa de la mujer embarazada - sobre todo de aquellas en situación de vulnerabilidad -, por la promoción de la responsabilidad del padre en la concepción, por la dignificación de la maternidad.  

La defensa de la vida no puede circunscribirse a la lucha contra el aborto.  La persona humana, en todos los momentos de su ciclo vital, merece ser protegida, respetada y promovida, para que desarrolle sus potencialidades, encuentre caminos de superación, se sienta segura, amada y valiosa, y contribuya al bien común de nuestro país.

Damos pasos por la vida cuando educamos a niños y jóvenes en los valores cívicos, cuando promovemos el cuidado del medio ambiente, cuando respetamos las libertades, cuando ejercitamos nuestros derechos con responsabilidad, cuando exaltamos el amor a la patria.  

Damos pasos por la vida cuando propiciamos el crecimiento cultural, emocional y espiritual de la familia, cuando cumplimos nuestras obligaciones ciudadanas, cuando elegimos democráticamente a nuestras autoridades y participamos en el mejoramiento de nuestra sociedad.

Enhorabuena por la legislación que logró frenarse.  Enhorabuena por “Pasos por la Vida”. 

POR CECILIA ROMERO CASTILLO
COLABORADORA
@CECILIAROMEROC

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