LA ENCERRONA

Victoria no murió, la asesinaron

Vivimos en un México lleno de desigualdades, inseguridad, instituciones débiles, corrupción y una lacerante lista de etcéteras

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Pensar en México significa reconocer varios Méxicos; por un lado supone fiesta, camaradería, gastronomía, diversidad de climas, paisajes dignos de postales, gente trabajadora, tierra de oportunidades, entre otras cosas. Sin embargo, también vivimos día a día el otro lado de la moneda.

Un país lleno de desigualdades de todo tipo, inseguridad, instituciones débiles, crimen organizado, corrupción, impunidad y una lacerante lista de etcéteras. Con tan sólo una semana de vivir ese lado oscuro, nos damos cuenta que las cosas no están bien. Hoy cierro los ojos y, al pensar en México, solo siento el dolor que causa ver a un puñado de niñas destrozadas cargando el ataúd de su amiga Wendy, de tan sólo 16 años.

En Campeche, un hombre fue encontrado en flagrancia violando a su sobrina de seis años. Cristina, una mujer de 46 años, fue asesinada por su expareja en Veracruz. También ahí, los familiares de una víctima por desaparición, reciben los restos inertes dentro de una bolsa de plástico.

En Holbox, Quintana Roo, asesinan a una mujer que se desempeñaba como taxista, sumando el cuarto feminicidio en la misma semana. En Tulum, la policía le arrebata la vida a Victoria, mujer de 36 años, madre de dos hijos, originaria de El Salvador y con estatus migratorio de refugiada.

Todo esto en una semana. Lo peor es que no fue atípica en nuestro país. Si nos remontamos unos meses atrás, nombres como el de Alexander, Oliver o Giovanni vendrán a nuestra memoria. Ellos, igual que Victoria, fueron víctimas de brutalidad policiaca hasta dejarles sin vida.

No es casualidad que los mexicanos no confiemos en las instituciones policiales; 73 % no se sienten satisfechas con el servicio que brinda la policía en su ciudad, y sólo 33.5 % tiene confianza en esta institución, según datos de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2019 del INEGI.

En nuestro país, pensar en la policía es saberse parte de una sociedad desprotegida y con cada vez con menor capacidad de asombro ante estas atrocidades. La brutalidad policiaca no es normal. Las violencias en contra de la mujer y su cara más extrema plasmada en los 11 feminicidios que ocurren diario no es normal.

La sociedad mexicana debe estar enlutada y manifestándose contra estas terribles cotidianidades. Exigir respuestas por parte de las autoridades. Clamar justicia al gobierno. Acompañar a los familiares de las miles de víctimas. Alzar la voz ante tanto dolor y tanta impunidad. Gritar a los cuatro vientos ¡basta! Es momento de repensar las instituciones de seguridad en nuestro país y no, la militarización no es la respuesta.

Como sociedad es imperativo reflexionar el país que queremos y el México que necesitamos. Virar hacia una visión de seguridad ciudadana en lugar de unos cuerpos de policía (sobre todo el nivel municipal) llenos de carencias en infraestructura y capacitación, sin incentivos para cumplir su trabajo y rebasados por la corrupción. No podemos seguir viviendo en un país donde quienes tendrían que cuidarnos, son los mismos que nos están matando.

POR ADRIANA SARUR
ADRIANASARUR@HOTMAIL.COM
@ASARUR

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