COLUMNA INVITADA

Por nuestra soberanía alimentaria

Pese a su extensión y clima, México no es un país autosuficiente en la producción de alimentos

OPINIÓN

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Circe Camacho Bastida / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Pese a su extensión y clima, México no es un país autosuficiente en la producción de alimentos. Un ejemplo, el ciclo de siembra pasado se colocó como el segundo mayor importador de maíz de todo el mundo. Y eso que el ingrediente en el que se basa buena parte de nuestra gastronomía. 

La buena noticia es que las importaciones se concentran en maíz amarillo, que se utiliza para el ganado o en la producción de alimentos. La mala, es que se importa de Estados Unidos, donde casi todo el maíz es transgénico. 

Independientemente de las posibles implicaciones a la salud de la humanidad y de la Madre Tierra que puedan implicar los transgénicos, su uso está extendido en la industria alimentaria mexicana y podrías estarlo consumiendo sin siquiera saberlo. 

Y si los beneficios a tu salud no son motivo suficiente, buscar nuestra autosuficiencia alimentaria también nos permitiría romper con viejos modelos en comunidades rurales, garantizando un trabajo digno y salario justo para los productores, convirtiéndose en un verdadero motor de desarrollo económico y social.  

Además, nos daría la oportunidad de migrar a modelos agroecológicos y sustentables. A manera de ejemplo, existe en el Golfo de México una “zona muerta”, sin oxígeno, en la que no puede vivir ninguna criatura marina. 

Está muerta por la elevada presencia de nutrientes como nitrógeno y fósforo, que provienen de los campos agrícolas de la Unión Americana, donde la norma es el uso intensivo de agroquímicos para abaratar costos y aumentar la productividad. 

Aunque quizá, el objetivo más importante de buscar nuestra autosuficiencia alimentaria debería ser la oportunidad de producir alimentos suficientes para todas y todos, garantizando su inocuidad y riqueza nutricional. 

Hoy, en México hay personas que mueren de hambre, por no tener qué comer, y por comer mal, por dietas que le provocan enfermedades crónico degenerativas, una forma rimbombante para decir que el cuerpo falla porque el alimento que recibe lo mata lentamente. 

Así, buscar esta autosuficiencia nos permitiría aspirar a una verdadera seguridad alimentaria y a nuestro derecho de producir nuestros alimentos, a partir de la diversidad cultural, productiva y gastronómica de nuestras comunidades. 

Y si no es motivo suficiente el romper este modelo capitalista que nos impone modelos de producción que apuestan nuestra salud y la de nuestra Madre Tierra en su loca carrera de generar más y más dinero, te daré una recomendación que podría cambiar tu vida para siempre: aprovecha cualquier espacio soleado en tu hogar y crea un huerto. 

A cambio, descubrirás la hermosa experiencia de tener las hierbas que necesitas en casa o los ingredientes para una rica ensalada que tú mismo cultivaste, cuidaste y viste crecer. Será fruto de tu trabajo y eso siempre enorgullese.

Por CIRCE CAMACHO
COORDINADORA DEL PARTIDO DEL TRABAJO, EN EL CONGRESO DE LA CIUDAD DE MÉXICO 
@CAMACHOCIRCE

rcb