La anulación de las condenas del expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, además de abrirle la puerta para regresar a la Presidencia, también representa un triunfo para la izquierda latinoamericana que se ha venido anotando varios logros.
De cara a las presidenciales del próximo año, del diario O Estado de Sao Paulo publicó una encuesta del Instituto IPEC que coloca a Lula, de 75 años, con una intención de voto de 50% contra 38% del actual mandatario Jair Bolsonaro, quien está bajo una tormenta de críticas por su forma de enfrentar el COVID-19.
Brasil es el segundo país con mayor número de fallecidos por la pandemia, con cerca de 270 mil, y con un aproximado de 12 millones de contagiados, resultado, en buena medida, de la postura del gobierno de Bolsonaro, que no apuesta por la distancia, el cubrebocas y los confinamientos.
La decisión del juez Edson Fachin coloca a Lula, como la figura más importante de Brasil en los últimos 50 años; se sobrepuso a dramas y derrotas, y en el ocaso de su vida se apresta a tener un papel clave en las elecciones de 2022.
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Un nuevo avatar para esta ave fénix, que conoció la miseria y la represión de la dictadura militar (1964-1985) y que superó después de dos mandatos (2003-2010) un cáncer, la prisión, una segunda viudez y el coronavirus.
Lula suma dos condenas por casos vinculados a la investigación anticorrupción Lava Jato, sobre sobornos pagados por grandes constructoras a políticos para obtener contratos en la petrolera estatal Petrobras.
Fachin decidió que el exmandatario sea juzgado nuevamente por la justicia federal de Brasilia. Pero como pintan las cosas, seguramente quedará limpio y estará en condiciones de reforzar a la izquierda en el subcontinente.
La llegada de Alberto Fernández, junto con Cristina Fernández de Kirchner, fue un nuevo despertar a esa corriente política, luego se sumó el triunfo de Luis Arce, que bajo el manejo de su mentor Evo Morales, regresó a Bolivia hacia la izquierda, después de un efímero interinato de la derecha.
Andrés Arauz, el candidato de la izquierda, apadrinado por el expresidente Rafael Correa, puede ser un nuevo triunfo, el próximo 11 de abril, y con ello estarían consolidado su regreso a los primeros planos del poder en América
Latina.
Por supuesto, no hay que olvidar a los que nunca se han ido de la trinchera izquierdista: Nicolás Maduro, en Venezuela; Daniel Ortega, en Nicaragua, y al más longevo régimen cubano fundado por Fidel y Raúl Castro, hoy encabezado por Miguel Díaz-Canel.
Todo parece indicar que Lula, Correa y Evo están otra vez en la jugada y eso puede ser muy peligroso para sus rivales políticos, algunos podrían pisar la prisión o esconderse donde los dejen, porque de que habrá revancha eso ni dudarlo. Sólo hay que esperar.
POR ISRAEL LÓPEZ
COLABORADOR
ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
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