COLUMNA INVITADA

La revocación de mandato

Desde la ciencia política no encuentro más que buenas razones para el ejercicio público de “revocatoria de mandato"

OPINIÓN

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Jesús Valencia / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Desde la ciencia política no encuentro más que buenas razones para el ejercicio público de “revocatoria de mandato”, que a diferencia de los mecanismos habituales en los sistemas presidenciales, tales como el juicio político, la declaración de incapacidad, la renuncia o el abandono del cargo, en la revocación de mandato no es una elite política la que define el destino del presidente, sino que son los propios ciudadanos.

Éste es sin duda el mecanismo de participación ideal, que permite a cada ciudadano expresar, a través del ejercicio del voto en un referéndum vinculante, su disconformidad o no con el presidente elegido democráticamente. Asimismo, es un control de los representantes que incentiva a la población a monitorear la gestión de los mandatarios durante la mayor parte de su periodo.

En cuanto a ingeniería institucional flexibiliza el mandato fijo de los funcionarios electos, los cuales pueden resultar destituidos por el voto en referéndum de la ciudadanía a solicitud de ésta, antes de la fecha de expiración normal prevista para su periodo. Para muchos es un mecanismo útil para moderar o suavizar una situación de hiperpresidencialismo o excesiva concentración de facultades en el Ejecutivo a expensas de los otros poderes.

Sirve como una vía de resolución a las crisis institucionales, ya que permite la destitución anticipada de un mandatario por parte de la población. Ello evita la ruptura del régimen presidencial y el quiebre de la democracia.

Para algunos teóricos es un dispositivo de accountability vertical, cuya existencia y disponibilidad en manos del ciudadano mantendría a los gobernantes en situación, necesidad o conveniencia de rendir cuentas de sus acciones y omisiones a los gobernados.

En mi opinión, lo más importante es que la revocatoria cambia la concepción y ejercicio de la representación moderna, basada en la confianza del mandante respecto de los mandatarios. Habilita la posibilidad de castigar las conductas de los representantes durante la mayor parte de su periodo. Además de que si el gobernante incumple sus promesas de campaña, podemos entender a la revocación de mandato como una suerte de mandato imperativo.

Coincido plenamente que es un instrumento de democratización del régimen presidencial. Los ciudadanos ponen y quitan a través del voto.

24 horas antes de escribir esta opinión la Suprema Corte de Justicia de la Nación, emitió una segunda suspensión contra la decisión del Instituto Nacional Electoral, de aplazar la realización del ejercicio de revocación de mandato, luego de que admitieron la controversia constitucional de la Consejería Jurídica de la presidencia de la República, que impugnó dicho acuerdo.

El debate público es sano y afortunadamente tenemos instituciones como la corte para dirimir la diferencias y otorgarle la razón a quien legalmente lo tenga. Estoy seguro que realizaremos el ejercicio democrático que iremos perfeccionando y que sin duda será un valuarte de nuestra democracia. Feliz año a todes.

POR JESÚS VALENCIA
TITULAR DEL CENTRO ESTATAL DE DESARROLLO MUNICIPAL DE SONORA
@VALENCIA_GUZMAN

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