Antes del inicio del invierno en el norte y del verano en el sur del continente, hubo un periodo muy intenso de contiendas políticas.
La certeza ha llegado a los países cuya elección estuvo pendiente para concluir el ciclo político electoral del año en la región latino caribeña.
América Central y América del Sur ya se han definido por lo que va de este periodo. Solidaridad, regionalismo y derechos humanos, se colocan junto a las demandas sociales antiguas y nuevas en la agenda de la gobernanza.
Honduras concluyó con felicitaciones para Xiomara Castro, quien ganó la presidencial con una diferencia de casi medio millón de votos, tiene una población de nueve millones y medio.
En Chile, Gabriel Boric asumirá la presidencia con 55% del voto a su favor, frente a 44% obtenido en la segunda vuelta electoral por un rival ultra conservador que había quedado adelante en la primera ronda electoral, en un país de cerca de 19 millones de habitantes. Las fuerzas que lo colocaron en la boleta lograron el apoyo de los grupos tradicionales del cambio en Chile.
El próximo presidente chileno que proviene de la región más cerca de la Antártida es el más votado en la historia de su país, el más joven también. Parlamentario con más de 15 de años de experiencia política con una personalidad fraguada en el espacio público y la negociación.
Boric, egresado de la carrera de Derecho, ha participado en los movimientos por demandas sociales que lo llevaron a la política.
En negociaciones que condujeron al plebiscito y la redacción de la nueva Constitución, creación de alianzas y fuerzas políticas nuevas que lograron el apoyo de antiguas y tradicionales en un proceso que ha llevado casi 40 años.
La fórmula ganadora en Chile propone posiciones comparables con las que se observan en países como Nueva Zelanda y Europa, recogiendo la tradición de las generaciones actuales respecto a la agenda de igualdad pendiente en América Latina y El Caribe.
Según sus primeras declaraciones, Chile no cambiará sus compromisos internacionales y dará continuidad a su participación en los compromisos, con mirada al Pacífico sin perder de vista el resto del mundo. El candidato rival, proponía la salida de su país de organismos multilaterales. José Antonio Cast apoya la creación de una alianza antiglobal.
Con esta elección se confirma que la posición regional se inclinará a favor de un mayor acento social y en el campo de la justicia en el equilibrio entre política y gobernanza. Se dejará sentir ese contrapeso en la OEA, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, en la Alianza del Pacífico, y en el resto de organismos multilaterales.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ
CATEDRÁTICA UNIVERSITARIA
@GUADALUPEGONZCH
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