Este caso peculiar enuncia la necesidad de alistar al Sistema Educativo Mexicano (SEM) en la comprensión de la niñez trans, pues poco a poco es más visible -y a la vez irreversible- dentro de las escuelas de educación básica en el país. Me refiero a niñes menores de 14 años.
Hace un par de semanas, llegó a la Secretaría de Educación Pública (SEP), a su coordinación sectorial de primarias y secundarias, un asunto que trae de cabeza a la dependencia y a los actores que involucra.
Se trata de una niña, llamémosla “Sara”, quien durante el confinamiento tuvo tiempo para procesar lo que pasaba en su interior, y ahora que se regresó a las clases presenciales lo hizo como “Diego” (omitiré los nombres verdaderos), lo cual ha provocado un escándalo en su secundaria.
Tiene 11 años y cursa el primer grado; lo poco que se sabe de su situación es que decidió hace unos meses no seguir siendo mujer, pues se reconoce como varón. Él cuenta con el apoyo de su madre, pero la escuela no está lista para enfrentar una situación como esta.
El problema es el acoso que sufre “Diego” por parte de sus compañeros debido a su cambio de género, y los maestros tampoco están preparados para hablar de esto con el alumnado.
El uso de los baños es otro de los contratiempos, “nadie sabe a dónde Diego debe entrar”. La madre del niñe ha pedido que se haga un baño especial para les niñes en las mismas condiciones, pero a la escuela le parece absurdo, para ellos lo mejor es que lo cambien de escuela e inicie en otra con su nueva identidad y no sea un tema de “morbo” para los compañeros.
Infraestructura deportiva del IMSS
Obviamente la madre y el hije se sintieron ofendidos, por lo que este caso sigue sin resolverse y a esperas de saber qué decidirá la autoridad.
¿Qué significa esto?
1. El SEM no está listo para dar un trato y educación igualitaria a estudiantes transgénero.
2. Las escuelas se están tardando en incluir temas de educación sexual integral de calidad, en los que se hable de cambio de género, de homosexualidad, etc., para que sea normalizado.
3. Es necesario voltear a ver a otros países para saber cómo es que llevan esto en sus escuelas.
Por ejemplo, en Escocia, en agosto de este año, se aprobó que los niños de cuatro años en adelante tienen la posibilidad de cambiar sus nombres y géneros en la escuela sin requerir del consentimiento de sus padres.
Otro ejemplo es en Madrid, España, donde el IES San Isidro, un instituto histórico que educa a mil 400 alumnos, ubicado en el centro de la capital, trabaja con éxito la integración de alumnos transexuales en las aulas, desde antes de 2016.
Actualmente hay casos registrados de niños y adolescentes que han intentado quitarse la vida por el acoso verbal y físico que sufren en sus centros escolares, no sólo de parte de sus compañeros, sino también de sus profesores.
En Chile se creó desde 2018 la escuela Amaranta Gómez Regalado, dedicada a niños y jóvenes transgénero, es la primera en su tipo en América Latina.
México va tarde en inclusión y en derechos de la infancia.
POR KARINA ÁLVAREZ
K.ALVAREZ.ROSAS@GMAIL.COM
@KAFARK84
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