COLUMNA INVITADA

¿Qué Culpa Tiene El Niño?

Ahora que poco a poco se comienza a reestablecer la normalidad de envíos, la demanda rebasó a la oferta porque la capacidad de espacio ya no es el mismo

OPINIÓN

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José Ignacio Zaragoza A. / Columna Invitada/ Opinión El Heraldo de México

Los precios de los fletes marítimos han subido considerablemente; por ejemplo, el costo promedio para traer un contenedor de China hacia México, antes de la pandemia era de 2 mil 500 a 3 mil dólares; y en momentos ha llegado a alcanzar los 18 mil dólares. Lo que está provocando que en ocasiones, el costo del flete supere el valor total de las mercancías que se deseaban importar, cancelándose los envíos.

En septiembre de 2020, un flete de China a Estados Unidos costaba unos 4 mil dólares, un año después cuesta más de 20 mil dólares, el precio se ha cuadriplicado. De China al Norte de Europa pasó de 2 mil a más de 14 mil dólares. Y de Shanghái y América del Sur, antes de la pandemia cotizaban en 2 mil dólares, ahora en 7 mil.

Sea-Intelligence, una consultora marítima internacional, pronostica que los precios de los fletes podrían tardar hasta 30 meses en volver a la normalidad debido a la profundidad de la crisis de la cadena de suministro y la falta de contenedores. De hecho, hoy, si se quiere hacer una reserva para transportar algo de China para acá, ya no hay espacio en los barcos hasta finales de enero, principios de febrero. Hay salidas entre cuatro a seis semanas dependiendo la ruta.

Por increíble que parezca, hoy por hoy continúan habiendo atascos en varios puertos del mundo que no logran desocupar contenedores, sumado a otros tantos que la industria naviera vendió a las acereras del mundo cuando en plena crisis estaban parados sin poder ir a ningún lado. Ahora que poco a poco se comienza a reestablecer la normalidad de envíos, la demanda rebasó a la oferta porque la capacidad de espacio ya no es el mismo.

Cuando las fábricas chinas comenzaron a trabajar al 100%, después de la primera ola del COVID-19, se dio un consumo masivo de energía que provocó un exceso de contaminación en el país asiático que encendió los semáforos de las autoridades que determinaron trabajar a una capacidad menor para disminuir los gases tóxicos, provocando un retraso más en las entregas de mercancía y otro atasco en los puertos.

Entre otros sucesos que agudizaron esta crisis, encontramos el bloqueo del canal de Suez en marzo por un barco encallado, el EverGiven; así como la renta de barcos que hicieron las grandes empresas importadoras que requerían con urgencia sus mercancías, y que acabaron por congestionar más los puertos.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo de la ONU en un informe sobre transporte marítimo de 2021 advierte que los precios al consumo crecerán significativamente en el próximo año hasta que las perturbaciones en la cadena de suministro de mercancías se desbloqueen y los embotellamientos en los puertos y las terminales se resuelvan. Lo que se traducirá como lo hemos visto este año en México, en mayor inflación.

Mientras tanto, en el mundo de la logística sigue habiendo incertidumbre porque las navieras solo aceptan contratos a largo plazo, cuando el cliente se compromete a pagar por el espacio reservado, se use o no. Y obviamente, quien no tiene un espacio asegurado para transportar sus mercancías tiene que pagar una tarifa mensual o semanal por el espacio en el buque, que de entrada es más costosa.

En el estudio “Global Trade: Ship me if you can!”, se menciona que es poco probable que el sector del transporte marítimo se normalice a corto plazo, debido a la continua y desigual recuperación - vacunación en todo el mundo; la escasa inversión en los últimos años en el sector del transporte marítimo; el tiempo que lleva construir nuevos barcos y más contenedores; y las pocas alternativas que tenemos para transportar la mercancía por otro medio distinto al marítimo, recordemos que más del 80% de la mercancía se transporta por mar.

Lo que sí es un hecho es que las tasas arancelarias más bajas que se están dando por las negociaciones impulsadas por la OMC, seguro no compensarán estos problemas logísticos que mantendrán elevados los costos comerciales. Por el momento nada de escasez en nuestro país, pero sí precios más elevados, llámese INFLACIÓN.

POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA AMBROSI
AGENTE ADUANAL, EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR
@IGNAQUIZ

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