DEFINICIONES

Sí, están perdidos

En la desesperación, se acumulan los intentos de la oposición por existir, pero nada les cuaja

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Del Frente Cívico Nacional –así le pusieron-, presentado el sábado pasado, al Sí por México, pasando por la alianza Va por México… ya me perdí. Se acumulan los intentos de la oposición por existir. Ahí van de nuevo.

Desde hace tres años tratan de articularse, pero nada les cuaja. Todo parece una licuadora donde no importa nada más que la supervivencia electoral. No hay mayor causa ni ideología, no hay soporte más allá del lugar común. Hablan de “defender la democracia”, “defender las libertades”, “defender las instituciones”, “defender un país en riesgo” (parte del discurso de Beatriz Pagés, en la presentación del Frente), pero parece que lo que realmente los une es su aversión al gobierno del presidente López Obrador y su intento desesperado por no extinguirse. No hay más.

“Se trata de poner fin a un poder arbitrario”, dicen. Nuestra gran causa: la democratización de este país. La gran causa por la que estamos aquí, es porque queremos un horizonte democrático para este país”, mencionó el senador sin partido Emilio Álvarez Icaza. “Si votaste por AMLO y te arrepentiste, vente con nosotros”, escribió la diputada Cecilia Soto. Eso es. A eso se reduce.

¿Con eso piensan entusiasmar a los ciudadanos? ¿Cómo conectar con un electorado que no cree en la palabra de los políticos? ¿Cómo, si quienes confluyen forman o han formado parte de los partidos que fueron vapuleados en 2018?

La oposición, que cayó noqueada en la pasada elección presidencial, parece que seguirá en la lona un buen rato.

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Si la alianza contra natura entre PAN y PRD arrojó como saldo un desastre electoral en 2018 —la peor elección presidencial para ambos en 20 años—, la incorporación del PRI al revoltijo, no sólo acarreó caos para los votantes, sino abonó a la pulverización de la oposición que camina a su desdibujamiento.

La desesperación por no revivir es entendible. La necesidad de consolidar un polo que haga contrapeso, también. Lo que resulta incomprensible es que la mejor manera de intentar el éxito electoral pase por revivir fórmulas que ya fracasaron.Con una oposición sin programa, débil y borrosa, ya sabemos quién gana.Ahora el Frankenstein será más inexplicable para el elector, pero indudablemente apetitoso para el Presidente que, hace rato, colocó en la misma canasta a todos los partidos menos al suyo.

“Todos son iguales”, ha repetido hasta la saciedad. Bien, pues paso a paso, le dan la razón. “Ellos, contra nosotros”, dirá. Y en esa disyuntiva, los arrollará, como ya lo ha hecho. Nadie maneja mejor la polarización que él. En ese terreno,López Obrador se mueve como pez en el agua. Es feliz, feliz, feliz.

La oposición junta, sin matices, en la misma licuadora, confundirá a un electorado que no sabrá qué implicará votar por ella, más allá de estar en contra de un hombre.

Off the record. Y si se les cuestiona, responden que se está al servicio del Presidente. A veces se parecen tanto. Algunos son tan o más sectarios que a quien critican. La realidad es que su rebanada del pastel está por terminarse y buscan cómo regresar a la mesa y qué devorar.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN

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