La esperada Cumbre trilateral tuvo resultados y compromisos positivos. Su celebración fue el mensaje más importante: el relanzamiento de la región y los mecanismos de cooperación trilateral.
Resaltan un discurso y dos documentos: la intervención del presidente López Obrador al inicio de la reunión trilateral, la Declaración Conjunta de los líderes y la llamada “Hoja de Datos” que contienen visión y compromisos puntuales.
El presidente López Obrador manifestó una clara comprensión del futuro de México vinculado a la integración económica de la región de América del Norte, para enfrentar la “competencia derivada de otras regiones del mundo, en particular la expansión productiva y comercial de China”. El ancla de dicha integración es el T-MEC.
La Declaración Conjunta y la Hoja de Datos incluyeron los tres temas prioritarios por mí señalados la semana anterior, con la salvedad de que otorgaron atención especial a la crisis del cambio climático.
En ambos documentos prevalecen las prioridades de EU, comenzando por el título de la Declaración: “Reconstruyendo Mejor Juntos: una América del Norte segura y próspera”. Lo primero es el lema del gobierno de Biden y lo segundo es una referencia a la ASPAN o Asociación para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte de la época de Fox y Bush.
Un título más adecuado hubiera sido “Una América del Norte equitativa e incluyente”. Reflejaría mejor el carácter progresista de los tres líderes actuales.
Los documentos comprometen a México, en algunos casos más allá de lo hasta ahora aceptado interna e internacionalmente en las siguientes áreas:
1. La importancia central de las cadenas de suministro, tanto en el apartado de la lucha contra el COVID-19, como en lo relativo a la competitividad. Se establece la necesidad de fortalecer las cadenas de suministro de equipo médico y vacunas en América del Norte. También se acordó un mecanismo de coordinación trilateral para alinear los sectores esenciales de los tres países en caso de emergencias y evitar disrupciones de las cadenas de suministro. Se subraya la necesidad de contar con cadenas de valor confiables “a medida que se busca acercarlas a casa” (nearshoring).
2. Los impactos de la epidemia COVID-19 en las poblaciones más vulnerables y la cooperación de los tres países para fortalecer la distribución de vacunas en América Latina y el Caribe. El reconocimiento de las vacunas Sinovac y Sputnik para viajar en la región tendrá que esperar a las decisiones de la OMS.
3. Destaca el vínculo establecido entre la pandemia COVID-19 y la crisis de fentanilo y opioides en EU y Canadá y la necesidad del Diálogo de Drogas de Norteamérica.
4. Se subraya la crisis del cambio climático y los acuerdos del G20 y la COP 26. México tendrá que actualizar su Contribución Nacional Determinada (CND) para reducir sus emisiones y llegar con una posición más ambiciosa al diálogo trilateral sobre esta materia. Se prevé una estrategia norteamericana para reducir la emisión de metano y carbono negro, así como el compromiso de los tres países de conservar como áreas protegidas el 30% de su territorio y sus aguas para 2030.
5. En lo relativo a migración se reitera la necesidad de enfrentar las causas profundas de la misma, desarrollar un pacto regional sobre migración, relanzar el grupo de trabajo contra el tráfico ilícito de personas y promover las visas para trabajadores temporales. Sin hacer mención específica, ello se refiere a las visas H2A y al Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales con Canadá (PTAT).
POR MARTHA BÁRCENA COQUI
EMBAJADORA EMINENTE
MARTHA.BARCENA@ELHERALDODEMEXICO.COM
@MARTHA_BARCENA
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