UNA CHAIRA EN EL HERALDO

¿De qué murieron los quemados?

El plan que Andrés Manuel López Obrador presentó ante la ONU en verdad podría hacer justicia social y aliviar el hambre de 750 millones de personas

OPINIÓN

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Fernanda Tapia / Una chaira en El Heraldo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

No saben lo orgullosa que estoy de la recepción que tuvo mi Tlatoani de Macuspana allá en el gabacho. Con perdón de los ardidos (que ya podrán comprar su Vitacilina a precio de Buen Fin, porque van a necesitar unos dos galones). 

Es el colmo que en algunos medios hayan falsificado un video en donde se muestra cómo sale el presidente Andrés Manuel López Obrador a la calle y una ovación que ruge a todo pulmón lo festeja. Estos malos periodistas borraron el audio original y encimaron la voz de unas cuatro personas soltando mentadas a nuestro primer mandatario. Hasta The Washington Post, se lanzó a decir que “sonaba a broma el hecho de que AMLO fuera a hablar de seguridad a la ONU”,  estando la situación de México como está. 

Pues toma chango su banana. Este señorón puso el dedo en la llaga y fue a hablar del problema, dándoles la solución; para lo que sin duda origina la mayor cantidad de violencia e inseguridad en el mundo: las abismales diferencias económicas. Y no es “quitarle una de sus dos camionetotas o meterle una familia necesitada en su casa”. Esos son mitos de abuelita. 

Su plan de tres propuestas principales (absolutamente viable y que no laceraría la extrema riqueza de ninguna persona, empresa o gobierno),  en verdad podría hacer justicia social y aliviar el hambre de 750 millones de personas. Efectivamente, estamos ante dos formas muy diferentes de ver el mundo. Y algunos dicen que para poder sanar el hambre sólo hay que generar empleos y producir. En otras épocas ya también hubo quien dijo que sólo  había que repartir. 

¡Ahora sabemos que se requiere producir y también repartir! Pero no es sólo generar empleos que prácticamente esclavizan al empleado, con jornadas interminables, paupérrimas condiciones laborales y un miserable salario (sin prestaciones), que no alcanza ni para llevar una canasta básica a la mesa.

Me dio risa una economista en redes, que posteó: “como la riqueza es concepto variable, esa propuesta era inoperante”. También dijo que la riqueza nunca se había basado en el trabajo de muchos para beneficio de unos pocos. No sé en que mundo viva la señorita o si recibe su correspondencia en Disneylandia,  pero si se han podido acumular tan obscenas riquezas actuales, seguro es porque se han cometido grandes injusticias. Abuso laboral. Y demás calamidades que sobre la mano de obra se han ejercido. 

Además de que si el representante de Rusia tuvo a bien explicarle a  Andrés Manuel López Obrador “que en la ONU no existía ninguna área para atender semejante petición”, pues la respuesta es que la vayan creando ahorita mismo. Que ya dejen de hacer pura simulación en ese lugar adonde nomás los chicharrones de los países poderosos truenan. Los Cascos Azules ayudan cuando buscan pacificar zonas, pero en el momento en que de ahí se le retira, la violencia regresa a esos países intervenidos, porque no se arregló el problema de origen. Sí, la pobreza.

POR FERNANDA TAPIA
DENUNCIAS@FERNANDATAPIA.COM 
@TAPIAFERNANDA

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