Héctor Astudillo está a unos días de dejar la gubernatura y hereda un desastre en Guerrero. La estampa que enmarca su adiós, es el incendio provocado en el Baby’O, la discoteca más famosa e icónica no solo de Acapulco, sino del país.
Guerrero arde, como ardió el Baby’ O. El video de las cámaras de seguridad del interior, donde se observa cómo tres personas rocían combustible que llevaban en bidones, y prenden fuego al lugar, describe una entidad sin ley. En segundos, la discoteca arde. El video tiró por la borda lo que horas antes aseguraba el gobierno estatal: el origen del incendio fue un ‘corto circuito’.
Ya con las imágenes exhibiendo la mentira, el gobernador guardó silencio y decidió ya no dar más declaraciones. ¿Por qué se dijo lo que se dijo? Quienes hicieron lo que hicieron, se sintieron con la impunidad de meterse, rociar combustible y prenderle fuego a un lugar icónico en la muy concurrida costera Miguel Alemán. La seguridad es utopía para los acapulqueños.
Que tres personas puedan entrar a prender fuego a una propiedad, sin temor a ser detenidos sólo se entiende ante la omisión y ausencia de autoridad.
Esa ausencia, tiene más botones de muestra. Hace dos meses, mientras a plena luz del día, en la misma costera, asesinaban a tiros a dos personas, el gobernador Astudillo, disfrutaba los últimos momentos de un viaje a Nueva York.
El lunes 26 de julio, pasado el mediodía, hombres armados dispararon contra un automóvil y asesinaron a dos de sus ocupantes.
Los hechos ocurrieron a la altura de playa Condesa, teniendo como testigos a decenas de turistas. Mientras las balas del crimen generaban pánico, el gobernador se aprestaba a tomar su vuelo, el 409 de Aeroméxico, que salió del Aeropuerto John F. Kennedy. Mientras la delincuencia asesinaba a plena luz del día, él volaba cómodo en primera clase, en la segunda fila de la aeronave.
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La semana pasada, no solo el incendio en el Baby’O retrató el caos. Trascendió un video en el que supuestos integrantes de un grupo criminal interrogan y ejecutan a integrantes de otra célula delictiva. Más tarde se supo que cuatro cadáveres de hombres que presuntamente aparecen en el video fueron hallados en el interior de un auto frente a la casa de campaña del alcalde de Iguala.
Esas estampas describen la dolorosa realidad en la entidad: alrededor de 10 mil guerrerenses han huido de sus comunidades de 2011 a la fecha debido a la violencia en las regiones de la Costa Grande, la Costa Chica, la Tierra Caliente y la Montaña (Observatorio por la Paz y el Desarrollo de los Pueblos de la Sierra de Guerrero). Guerrero es una de las tres entidades con mayor índice de pobreza extrema, Acapulco es la segunda ciudad del país en percepción de inseguridad (82.3 de cada 100 habitantes se sienten inseguros) y la quinta con más homicidios. Es parte de la herencia de Astudillo.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
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