CON H DE HACHA

El rey ha muerto, viva el rey

Trump ha sido desterrado de Washington, pero eso no significa que el trumpismo esté fuera de la capital política de América del Norte

OPINIÓN

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Jorge Avilés/ Con H de hacha/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Tan pronto termine de subir el último escalón del helicóptero presidencial, Marine One, será demasiado tarde. Para ese entonces la estrella de Hollywood de cabello platinado y bronceado artificial estará en camino a la base aérea Andrews, a las afueras de Washington, para despedirse por última vez de sus seguidores y posteriormente el Fuerza Aérea 1 lo llevará a su mansión en la Florida. La era de Trump habrá terminado.

Donald John Trump, magnate, empresario, playboy, personalidad televisiva y autor de el Arte del Negocio (uno de los libros de negocios más vendidos) se convirtió en el 45 presidente de los Estados Unidos desafiando el mal cálculo y las ansias de los Clinton, una de las familias más poderosas de la política estadounidense, por recuperar el poder. La campaña de Hillary del 2016 apostó por la política identitaria (voto basado en la raza, sexo o religión) e incluso llamó “deplorables” a quienes tuviera la intención de votar por el partido republicano. Los demócratas no solo perdieron la elección de ese año (y las cámaras) sino que al sentirse amenazados por un desplazamiento, los blancos fortalecieron su sentimiento de supremacía. La campaña de Biden del 2020 fue incluso más allá. En mayo pasado, Biden, un hombre blanco de 78 años declaró “si eres negro pero no sabes por quién votar no eras realmente negro”. Historias de brutalidad policiaca como las de George Floyd y Breonna Taylor fueron utilizadas para encender la mecha de movimientos violentos y radicalízados como ANTIFA (Acción Antifascista) que provocaron disturbios y violencia en diferentes ciudades de Estados Unidos. A diferencia de Clinton, el plan funcionó y el candidato demócrata (y delfín de los Obama) les abría una vez más las puertas de la Oficina Oval, pero ¿a qué precio?

Nada es de mayor urgencia para el nuevo viejo inquilino de la Casa Blanca que encontrar la forma de convencer a 75 millones de estadounidenses de que lo dicho al calor de la campaña solo fue eso y ahora es momento de darle la vuelta a la pagina y unirse por el bien de su país al mismo tiempo que su propio partido intenta enjuiciar (por segunda ocasión) a su antecesor por incitar al odio. Trump ha sido desterrado de Washington, pero eso no significa que el trumpismo esté fuera de la capital política de América del Norte. Sus enemigos ya cometieron el error de menospreciarlo una vez.

Si bien es cierto que la falta de pericia política de Trump lo llevó a su inminente caída (su vicepresidente Mike Pence, el último en abandonar el barco) el magnate niuyorquino tuvo la oportunidad de pasar al Olimpo de los expresidentes americanos y en lugar de eso permitió que su ego herido por una elección perdida anulara cualquier apariencia de gracia o dignidad. 

¿Logrará el nuevo líder del mundo libre evitar la caída de su propio país frente a sus enemigos, del otro lado del pacifico, y llevar a America a su destino?

El rey ha muerto, viva el rey.

 

POR JORGE AVILÉS
JORGEAVILESVAZQUEZ@GMAIL.COM
@CALLODEHACHA