ACCESO LIBRE

La DEA y el General

Las cosas entre la DEA y el actual gobierno mexicano no volverán a ser iguales. A la agencia no le cayó nada bien que una investigación de años haya sido desnudada con unos cuantos teclazos

OPINIÓN

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Carlos Zuñiga/ Acceso Libre/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

La exoneración del General Salvador Cienfuegos Zepeda y la exhibición de la investigación de la DEA será una fractura profunda entre el gobierno mexicano y la Agencia Antidrogas de Estados Unidos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador fue enfático y claro cuando acusó a la DEA de fabricar delitos en contra el exsecretario de la Defensa Nacional, avalando las conclusiones de la Fiscalía General de la República, que no encontró elementos para procesarlo. “Los elementos de prueba presentados por la DEA no tienen ningún valor probatorio para iniciar un juicio” dijo el Presidente y cuestionó las razones para hacer una “investigación sin pruebas”.

Para respaldar su afirmación, el Presidente pidió hacer público el expediente que la DEA mandó sobre el caso. Son más de 700 páginas cuyo principal componente son mensajes de texto a través de la plataforma Blackberry, donde presuntamente Cienfuegos mantenía comunicación con dos integrantes del Cártel “H2”, una escisión de los Beltrán Leyva.

Con todo lo que se ha visto en los años de la guerra contra el narcotráfico, pareciera que el Presidente tiene la razón. Trascendió que la Fiscalía General de la República concluyó que uno de los narcotraficantes involucrados (Isaac Silva, el “H9”) engañó a su jefe (Juan Francisco Patrón Sánchez, el “H2”) con las conversaciones, las cuales tienen faltas de ortografía (no atribuibles a un General de División con estudios de maestría) y contienen eventos que no corresponden a la agenda ni al nivel de vida de Cienfuegos. Lo malo es que los dos involucrados ya no están vivos para corroborar o desmentir el hecho. Llama también la atención que la DEA haya aceptado que la investigación no tenía como objetivo principal a Cienfuegos y que “fue acusado como coconspirador después de haber sido identificado en las conversaciones interceptadas. Es decir, los agentes norteamericanos vieron la oportunidad de llegar a alguien de peso y la tomaron.

Las cosas, aparentemente, no se quedarán así. El Departamento de Justicia respondió a preguntas de medios mexicanos sobre el tema diciendo que “se reservan el derecho” de actuar contra Cienfuegos en un futuro, si el gobierno de México fracasa en hacerlo. Basándonos en lo dicho por el presidente ayer en la mañanera, otra investigación no iniciará.

Lo cierto es que las cosas entre la DEA y el actual gobierno mexicano no volverán a ser iguales. A la agencia no le cayó nada bien que una investigación de años haya sido desnudada con unos cuantos teclazos. Tampoco la forma en la que se formuló la acusación.

POR CARLOS ZÚÑIGA
CARLOSZUNIGAPEREZ@GMAIL.COM
@CARLOSZUP