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OPINIÓN

AMLO y nuestras mujeres

En menos de 15 días, cuatro valiosas colaboradoras renunciaron a sus puestos dentro de la administración federal

OPINIÓN

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Créditos: FOTO: Especial

¿Qué está pasando en la 4T en su relación con las mujeres y las causas que estas impulsan? En menos de 15 días, cuatro valiosas mujeres han renunciado a sus puestos dentro de la administración federal morenista. ¿Las dimisiones son un reflejo del nulo interés de la 4T por proteger a 50% de la población usualmente más discriminado y violentando?

La razón esgrimida por Mara Gómez Pérez para separarse del cargo como presidenta de la Comisión Especial de Atención a Víctimas (CEAV) fue el recorte presupuestal que les dejaba sin recursos para pagar los insumos básicos de operación. ¿Es así o justificadamente se le pidió su salida? En el fondo desconocemos qué motivó lo anterior.

La última en “renunciar” ha sido Candelaria Ochoa, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), dependiente de Gobernación. La razón esgrimida es “tener diferencias con sus superiores”. ¿Pero por qué acotó que la suya “es independiente de las renuncias en la Conapred o el CEAV?

No habría que olvidar que la dimisión de Mónica Maccise a la Conapred se dio después de las críticas por organizar un foro sobre racismo y clasismo en México. Tampoco que Asa Cristina Laurell dejó la Subsecretaría de Salud federal, ventilando fuertes desacuerdos con el secretario Alcocer.

Todas las funcionarias referidas de alguna forma tenían la responsabilidad de la operación de las directrices enfocadas a mejorar la situación de la mujer y/o grupos vulnerables. En todos los casos, además de su capacidad en sus respectivas áreas, tenían un marcado acento en temas de igualdad, inclusión y participación femenina, por lo que su separación debió haber prendido ya más de una alarma, tanto en la 4T como en la población en general.

La Conavim, por ejemplo, llevaba seguimiento a las alertas de violencia por género, así como la operación de los Centros de Justicia para las Mujeres, el programa contra la violencia y la actualización del Banco Nacional de Datos de Víctimas y Victimarios en el rubro de género.

Lo obvio sería pensar que dichas mujeres serán sustituidas por otras. Desafortunadamente sus áreas desaparecerán. Se sugiere que ello obedece a que duplican actividades que ya realizan otras instancias. Pero quizá lo que sucede es que hay una ausencia de compromiso con las mujeres por parte de la administración federal. Ejemplos han sobrado: el nulo apoyo/participación en la marcha y huelga de las mujeres a principios de marzo, el trepidante número de feminicidios en lo que va del sexenio, el elevado número de víctimas de violencia doméstica en lo que va de la pandemia, el poco entendimiento y empatía del mortal tema por parte del presidente AMLO.

López Obrador, como mencionó en alguna mañanera, “tiene la conciencia tranquila”, pero las mujeres reconocidas en sus materias renuncian a su gobierno, mientras el número de mujeres violentadas y asesinadas sigue incrementándose. Esa es la relación de AMLO con nuestras mujeres. Debe preocupar y ocupar.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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