“Sin autoridad moral para prescribir y sin ética al asumir en un grupo juzgado a priori, conductas no demostrables en singular. Las faltas al final, cuando las hay, son faltas personales y no son característica general de un grupo que no coincide con el que señala, manipula y daña. Los valores cuando son verdaderos, bien; pero han de ser practicados y así se convierten en virtudes, por ello el portavoz queda descalificado”.
POR SALVADOR CERÓN
ECONOMISTA
@ACCRESPONSABLE