COLUMNA INVITADA

Prácticas para una administración y ahorro de dinero

En el mundo económico y más aún en proceso de educación financiera es imprescindible abordar conceptos como dinero, ingreso, gasto y ahorro

OPINIÓN

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Créditos: Especial

Esta ocasión les platicaré sobre prácticas en materia de finanzas para administrar tú dinero, tener un ahorro y prever a futuro.

Un futuro financiero saludable no depende de cuánto dinero se gana, sino de como se administra y planifica para poner en orden las finanzas sin importar cuál sea el riesgo, es decir, la administración de dinero consiste en implementar una serie de planes, presupuestos y compromisos que nos permitan un buen manejo de nuestros ingresos, es decir se trata de formar hábitos.

En el mundo económico y más aún en proceso de educación financiera es imprescindible abordar conceptos como dinero, ingreso, gasto y ahorro ya que estos influyen en el desarrollo de una sociedad. Los recurrentes problemas financieros han puesto en relieve la importancia de promover la responsabilidad social y el desarrollo de aptitudes financieras de futuras generaciones.

Desde tiempo atrás el dinero ha sido un medio de intercambio entre los hombres, en un inició se presentó basado en el oro, la plata, el cobre, luego las monedas, los billetes y actualmente se presenta, gracias a la tecnología, en criptomonedas o monedas virtuales que circulan por la red de Internet en todo el mundo.

Hoy en día los emprendedores enfrentan niveles de ansiedad económica sin precedentes que amenazan con poner en peligro la estabilidad financiera de su empresa, numerosas compañías en todo el mundo han cerrado debido a las medidas de distanciamiento social, y es probable que muchas cierren permanentemente. Los empresarios y futuros propietarios de startups que buscan evitar este destino deben administrar su dinero con cuidado, ya que no cuidar las finanzas en este momento es un boleto de ida a la bancarrota.

LA IMPORTANCIA DEL AHORRO

Para los países el ahorro es una de las principales variables económicas pues permite trasladar recursos en el tiempo. Es decir, el ahorro del presente, invertido en bienes de capital o infraestructura, se convierte en un mayor producto en el futuro.

Algunas teorías económicas señalan que entre más elevada sea la tasa de ahorro de un país, mayor será el stock de capital, la inversión y por tanto la producción en el futuro. Si bien el ahorro no es la única variable relacionada con el mayor ingreso, aquellos países que han sacrificado consumo presente por ahorro están en mejores condiciones económicas que aquellos que no han ahorrado y por lo tanto no tienen recursos para invertir.

Esta necesidad de ahorrar no es exclusiva de los países o las empresas, sino que individualmente también lo es, pues permite contar con recursos suficientes para atender emergencias o imprevistos, poder comprar bienes duraderos como pueden ser electrodomésticos, juntar para el enganche de un automóvil, una casa o incluso invertir en un nuevo negocio. El ahorro también permitirá que, en el momento de nuestra jubilación, tengamos los recursos mínimos necesarios para mantener un nivel de vida sin carencias.

Para poder ahorrar es necesario llevar un control de lo que gastamos y no rebasar nuestro presupuesto, ya que de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), 43% de los trabajadores en México gasta más de lo que gana. Ahorrar nos ayuda en cierto modo a prevenir, pues la idea principal es precisamente esa, intentar guardar para cuando haga falta.

De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), sólo 44% de los mexicanos cuenta con algún mecanismo de ahorro, mientras que 42% nunca ha ahorrado nada formalmente, y 14% dejó de hacerlo.

Por lo tanto, se debe entender que cuando se ahorra y se invierte dentro de un sistema financiero, se está contribuyendo al desarrollo económico de nuestro país y en consecuencia creando un beneficio para nosotros mismos.Sin embargo, la única forma para que esto sea posible es que las instituciones financieras de México pongan a disposición del público productos de inversión atractivos y redituables, sin importar si es un pequeño o gran inversionista.

 

POR JAVIER LÓPEZ CASARÍN

PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN REINVENTANDO A MÉXICO