Ante el reciente regreso a clases de estudiantes de nivel básico, es importante saber que hay un trastorno que puede complicar las dinámicas familiares, el desempeño escolar, así como los procesos de socialización de un menor de edad si no se detecta a tiempo, se trata del trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que de acuerdo con la psiquiatra Elizabeth Medina Tapia, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán", tiene una prevalencia de 0.7 por ciento de la población total en México.
Sucede que muchos padres y madres de familia desconocen que sus hijos pueden padecerlo y es hasta que inician su vida escolar que algunos maestros pueden identificarlo, sobre todo si su comportamiento en general irrumpe con la dinámica de las clases y con la convivencia grupal. Aquí te compartimos todos los detalles para que puedas tomar cartas en el asunto si consideras que tu hijo o hija podría tener TDAH.
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Síntomas más comunes del TDAH
De acuerdo con la especialista en salud mental, el TDAH suele diagnosticarse en la infancia, pero también puede ocurrir en la adultez. Por lo regular, explicó, los padres se dan cuenta cuando observan problemas de conducta, de rendimiento escolar.
"Casi siempre la queja es de los maestros, cuando el niño se encuentra en clases no retiene la información, o se le olvidan las indicaciones, qué dejaron tarea, pierde el lápiz, pierde la libreta, ya no se acuerda de las indicaciones o de lo que aprendió en clases, hay que tomar en consideración que esos síntomas son de fallas de la atención", detalló.
Sin embargo también pueden presentar problemas de impulsividad y eso se refleja en problemas de conducta que los padres detectan, son niños que interrumpen las conversaciones, que se adelantan a responder, que son muy emotivos, pueden estar muy alegres, irritables e intolerantes, se involucran en juegos intrépidos, no miden el peligro y pueden tener peleas.
En tanto que el otro síntoma que pueden presentar es la hiperactividad. El niño percibe un motor dentro de sí mismo, tiene la necesidad constante de moverse, incluso en situaciones donde debería estar tranquilo.
"Frecuentemente mueve las piernas, se tiene que levantar para ir al baño, tiene la necesidad de desplazarse. Estamos hablando de tres síntomas principales que se evidencian en problemas de conducta: fallas de atención, impulsividad e hiperactividad", dijo.
Por lo regular al niño con TDAH se le castiga en clase o en casa porque está platicando, porque no pone atención, porque olvidó la tarea, porque perdió el suéter, la libreta o el dinero o simplemente porque juega mucho.
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¿Cómo se puede diagnosticar que un niño tiene TDAH?
La también profesora del Instituto Mexicano de Psicoanálisis, indicó en ocasiones se tiende a pensar que un niño tiene TDAH, pero es posible que sólo sea indisciplinado, que tengan un coeficiente intelectual menor o problemas de ansiedad, por ello se deben considerar criterios específicos para identificarlo.
"No se puede diagnosticar antes de los 7 años, porque se puede confundir con su proceso de desarrollo", indicó.
Aclaró que por lo general los padres lo detectan a través de quejas, de problemas de conductas repetitivos. Asimismo, algunos maestros podrían sospechar que tiene el problema. Sin embargo, se sugiere que sea el paidopsiquiatra quien lo diagnostique, aunque también podría hacerlo un neurólogo infantil, los psiquiatras generales y algunos psicólogos.
"Si es bien importante hacer una evaluación, porque se puede confundir con otros diagnósticos. Se debe hacer una valoración sumamente minuciosa", destacó.
Algunos de los elementos que deben considerarse, destacó, son cómo se dio la gestación, el proceso de embarazo, si fue normal, si la mamá tomó medicamentos o algunas sustancias psicoactivas, si el nacimiento fue a término, si hubo algún evento traumático en el nacimiento, si fue cesárea y cómo ha sido el desarrollo desde que nace el niño, a qué edad empezó a gatear, a hablar, a caminar, si presentó alergias, el control de esfínteres.
"Además de la evaluación del desarrollo de los primeros años de vida, también se evalúa cómo los padres aplican la disciplina, si so ordenados, qué tantas veces le tienen que dar indicaciones, porque puede que la mamá deba repetirle algo al niño unas seis veces, pero en realidad lo que ocurre es que no escucha bien, por ello la evaluación del desarrollo debe ser minuciosa".
El TDAH en niños se podría confundir con problemas de ansiedad, de conducta, autismo o discapacidad intelectual, insistió Medina Tapia.
"Hay que descartar, porque hay muchos diagnósticos que se parecen al TDAH y no son TDAH. Se aplican escalas específicas para evaluar, apuntó.
La especialista señaló que los niños con TDAH podrían sufrir rechazo en el proceso de socialización, ya que les cuesta trabajo adaptarse a las reglas, esperar turno, perder. Tienden a querer organizar todo y pueden ser bruscos o berrinchudos, por lo que puede haber rechazo de otros.
Finalmente, añadió, para los padres es amenazante saber que tienen un hijo con un trastorno mental y que deben tomar medicamentos; sin embargo, los psicoestimuantes son fármacos especiales para el trastorno de déficit de atención, que no causan adicción y ayudan mucho con sus demandas psicomotoras, que debe ir acompañados de psicoterapia.