Un sujeto que habría golpeado hasta la muerte a su pequeña hija, de solo dos meses de edad, fue aprehendido por elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
Identificado como Jesús Geovanni “N”, el sujeto habría atentado en contra de la vida de su propia hija e intentó encubrir su crimen mintiendo primero a sus familiares y luego a los agentes de la Policía.
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“El probable implicado, el pasado 26 de julio habría golpeado a la víctima, lesiones que derivaron en su muerte, sin embargo, habría referido que la pequeña cayó de la cama, no obstante, tras realizarle las pruebas correspondientes presentaba el síndrome de Kempe o niño maltratado.
“El día de los hechos, la menor se encontraba al cuidado de su padre, quien en algún momento la habría golpeado. Posteriormente en conjunto con la madre de la pequeña, la trasladaron a un hospital de la zona, ya que notaron que la víctima lloraba mucho; lugar al que arribó sin signos vitales y personal médico notificó que había fallecido”, señaló la Fiscalía.
Internan a sospechoso en el penal de Texcoco
Luego de realizar una serie de indagatorias, el Ministerio Público determinó vincular a proceso a Jesús Geovanni “N” como presunto responsable de la muerte de su propia hija y librar orden de aprehensión en su contra.
“El detenido fue ingresado al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Texcoco, quien determinó vincularlo a proceso, con plazo de dos meses para el cierre de investigación complementaria y medida cautelar de prisión preventiva justificada”, complementó la dependencia.
¿Qué es y cuáles son los síntomas del Síndrome del Niño Maltratado?
El llamado Síndrome del Niño Maltratado ocurre cuando un cuidador sacude o golpea de forma agresiva a un bebé o menor de edad, provocándole lesiones internas. Por lo regular no hay presencia de moretones o golpes superficiales, por lo que es difícil determinar su presencia.
De acuerdo con los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos, estos son algunos de los síntomas frecuentes:
- Pérdida de apetito o consumo excesivo de alimentos
- Retraso en el crecimiento físico, incluyendo retraso emocional e intelectual
- Cambios de conducta que incluyen ira, hiperactividad u hostilidad
- Problemas para dormir y pesadillas, aletargamiento y ausencia de sonrisas
- Piel pálida o azulada, vómitos, pérdida de la visión y paro respiratorio
- Depresión, ansiedad, pérdida de la confianza y disminución de la lucidez