Ante la abundancia de información en redes sociales sobre la posible formación del huracán Alberto en el Océano Atlántico, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha emitido un comunicado oficial para aclarar la situación y ofrecer información precisa a la población.
La Conagua indicó a través de su cuenta de X, antes Twitter, que en este momento no hay zona con potencial ciclónico para México en el océano Atlántico que pudiera afectar al territorio nacional. Así mismo, recordó que, debido a que nos encontramos en plena temporada de ciclones tropicales, existen las condiciones necesarias para el desarrollo de nuevos sistemas ciclónicos. En caso de que se forme alguno, las autoridades lo notificarán de manera oportuna a través de los canales de información oficiales.
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Es importante destacar que un ciclón tropical no se convierte en huracán de forma instantánea. Antes de alcanzar la categoría de huracán, debe atravesar por etapas como depresión tropical o tormenta tropical, el SMN se encuentra en constante alerta para informar a la población cuando se presente alguna de estas etapas.
Conagua pide seguir informarse únicamente de fuentes oficiales
Conagua reitera al público en general, que el SMN es el único órgano oficial del Gobierno Federal facultado para emitir información meteorológica y climatológica. Por lo tanto, se exhorta a la población a evitar la propagación y consumo de información proveniente de fuentes no oficiales, ya que podrían generar confusión y alarma innecesaria.
Por su parte, el Sistema Meteorológico Nacional como ente responsable del monitoreo meteorológico en el país, mantiene una vigilancia constante las 24 horas del día, los 365 días del año. A la fecha, no se ha detectado ninguna zona de inestabilidad en el Atlántico y Mar Caribe que pudiera generar el ciclón Alberto.
¿Cómo se forma un ciclón tropical?
Un ciclón tropical, es un proceso complejo y dinámico: La formación de ciclones tropicales depende de la interacción de múltiples factores que científicos han estudiado a profundidad para saber que se requiere de condiciones muy específicas:
Créditos: SMN
- Calor oceánico: El combustible principal es el calor del mar, con temperaturas superficiales de al menos 26°C (80°F) a una profundidad de 46 metros (150 pies). Este calor impulsa la evaporación y la formación de nubes.
- Humedad a raudales: El aire húmedo y caliente se eleva sobre el mar cálido, condensándose en nubes y liberando más calor. Este ciclo ascendente alimenta la tormenta.
- Baja presión, gran atracción: Una zona de baja presión atmosférica sobre el mar cálido actúa como un imán, atrayendo aire húmedo y caliente hacia su centro.
- Vientos tranquilos: Los vientos débiles en altura permiten que el ciclón se concentre y fortalezca. Vientos demasiado fuertes lo desgarrarían.
- Entre el trópico y la línea del ecuador: Entre los 10° y 20° de latitud norte o sur de la línea del ecuador, la fuerza de Coriolis crea el efecto en espiral característico de estas tormentas.
- Lejos de los frentes fríos: Los frentes fríos desestabilizan la atmósfera y dificultan la formación de ciclones tropicales.
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