Un trágico hallazgo fue realizado por los vecinos de la colonia Barrio Santa Bárbara, en Iztapalapa, cuando localizaron los cuerpos sin vida de tres integrantes de una familia que habrían fallecido por inhalación de monóxido de carbono.
Los hechos ocurrieron durante la noche de este 31 de enero, cuando los cuerpos de emergencia capitalinos recibieron el reporte del hallazgo de los cuerpos de tres personas, quienes vivían al interior de un domicilio en el callejón Gualquila.
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Allí, los paramédicos encontraron a tres integrantes de una familia, un adulto mayor de 67 años, su esposa, de 57 y una joven de 26 años de edad, quienes murieron al interior de su propio domicilio.
Peritos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México se trasladaron hasta el domicilio para realizar las indagatorias de ley, cuyos primeros resultados apuntan a una intoxicación masiva con monóxido de carbono.
¿Por qué es peligroso el monóxido de carbono?
Las intoxicaciones por monóxido de carbono cobran decenas de vidas cada año, en especial durante las temporadas más frías, debido a que muchas personas emplean calentones, anafres o estufas para calentar sus casas.
Uno de los principales problemas de este tipo de intoxicación es que sus síntomas no son tan sencillos de detectar, por lo que cuando se está seguro que esta es la causa de malestar suele ser demasiado tarde.
“Los síntomas más comunes de la intoxicación por monóxido de carbono son dolor de cabeza, mareo, debilidad, náusea, vómitos, dolor de pecho y confusión. La ingestión de altos niveles de monóxido de carbono puede producir desmayo y hasta la muerte.
“Salvo que se sospeche la causa, la intoxicación por monóxido de carbono puede ser difícil de diagnosticar debido a que los síntomas son similares a los de otras enfermedades. Las personas que duermen o están intoxicadas pueden morir de intoxicación por monóxido de carbono antes de llegar a sentir los síntomas”, señalan los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos.
Evitar en la medida de lo posible el uso de calentones, anafres, estufas y otros métodos de calefacción a base de carbón y mantener una buena ventilación en casa son claves para evitar que este gas, inodoro e incoloro, se concentre y pueda afectar tu salud.
