La “barbiemanía” se apoderó de diversos estados del país, principalmente en los comercios que venden antojitos mexicanos, por lo que se pueden encontrar alimentos como tacos, elotes, donas, conchas , quesadillas y hasta pizzas.
A través del sabor a cereza y fresa, o masa que cobijan trozos de cochinita pibil, es como se puede probar la fiebre de “barbiemania” en el Valle de Toluca, pues manos mexiquenses también lo llevaron a la gastronomía al convertirlo en helado y tacos, en donde el rosa abre el apetito de los comensales.
La ruta gastronómica inicia en la capital mexiquense en el negocio El Bigote Frío, establecimiento que cada temporada deleita el paladar de sus clientes al llevarlos a un mundo donde las papilas gustativas explotan al identificar sabores antes ya probados en otras presentaciones.
El “barbihelado” se integra con bolas de nieve sabor cereza, que se mezcla con el de fresa del cono de galleta, y el toque especial una oblea comestible. Los amantes son, principalmente adultos al recordar que en su niñez tenían a una Barbie de juguete.
Amanda y Estela llegaron al establecimiento y no dudaron en probar el postre antes que se derritiera, donde el rosa las atrajo por ser fan de la muñeca; la primera clienta disfrutó el sabor a la cereza y sentir trocitos de ésta, mientras que la segunda no imaginó el sabor, pero no le resultó empalagoso y prometió regresar por otro.
La dueña del Bigote Frío, Brenda González, no quiso quedarse fuera de la “barbiemania” luego de comprarse camisas alusivas a la figura. Pero admitió que su creación no fue fácil, pues debió elegir la cereza para dar con el color rosa, y después hallar el cono sabor a fresa y diseñar la oblea comestible.
“La primera misión difícil fue tratar de conseguir los conos rosas… los conseguí, ya el helado de sabor cereza dio el tono rosa igualito al cono… les ha gustado muchísimo porque el simple hecho de ver un helado todo rosa, ya llama la atención y ahora con que diga Barbie todo mundo está súper emocionado con ver la película”, compartió.
Pero la fiebre rosa también se puede saborear en Metepec en El Sazón de la Shula, que ofrece tacos de cochinita pibil o quesadillas de suadero, que son decorados con la tradicional cebolla morada y la salsa de chile habanero.
La dueña del negocio, Karla Zarate Calderón, admitió que fue en reto encontrar a quienes les hicieran las tortillas y que al cocerse la masa, no cambiara el color. El nombre de Barbietaco, reconoció, fue puesto por los comensales y ha sido un éxito.
“Si está contenta porque realmente el sabor de la tortilla no cambia entonces nada más es como la emoción, hubo una niña que la verdad si me súper emocionó porque llegó con el papá y dice los encontramos”, declaró.
Luis Rangel admitió que se sorprendió al ver la propuesta culinaria, porque se le hacía imposible lograr el color en la comida y que sepa rico.
“Se me hacía muy imposible o sea yo decía como porque no se queda el color y cuando vi la tortilla si dije guao… muy ricos, la verdad mi favorito es el de suadero, está delicioso”, declaró.
“BARBIETACOS” Y “QUESABARBIES” EN MORELIA
La fiebre rosa también llegó a una taquería del sur de Morelia, donde, a petición de una niña, han incluido en su menú el famoso “Barbietaco”, creación que se hizo popular en establecimientos de la Ciudad de México y Puebla.
Diego Martínez, quien trabaja desde hace tres años en la Taquería “El Buen Gusto”, cuenta que a inicios de julio, una pequeña comensal llegó al lugar y preguntó si vendían “barbietacos”; aunque no conocían la existencia de esta reinvención, rápidamente buscaron colorante para añadirlo a la masa y Doña Cris, otra empleada del lugar, preparó las tortillas rosas que dan vida y sabor al taco alusivo a la muñeca icónica.
“Desde ahí empezamos a hacer las tortillas rosas, las quesadillas, sopes, con la masa se puede hacer todo de Barbie, también hacemos crepas, cafés de Barbie. Ahora nos lo piden más adultos que niñas y niños, siento que es por la nostalgia”, comenta el joven taquero.
Los hay de pastor, chorizo, bistec, birria y arrachera, con o sin cebolla, piña y cilantro; su costo oscila entre los 15 y 20 pesos.
Para la taquería El Buen Gusto, ubicada en la Avenida la Joya, número 9, colonia Lomas del Salto, sumarse a esta tendencia que surgió previo al estreno de la primera película live action de la muñeca Barbie, ha atraído nueva clientela y una mejoría en sus ventas.
Tal es el caso de Maricarmen, quien motivada por la curiosidad y a pocas horas del estreno de la cinta protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling se trasladó desde el Centro de Morelia hasta la zona sur para probar los “barbietacos” y la “quesabarbie”, preparaciones que dijo, volverá a degustar mientras siga vivo el furor rosa.
LA FIEBRE LLEGA A IZTAPALAPA, CON LA PIZZA BARBIE
Del ‘boom’ rosado que se disparó por todo el mundo, como efecto del lanzamiento de la película Barbie (Greta Gerwig, julio de 2023), en México surgieron diferentes productos con la tonalidad característica de la muñeca e inspiración de la infancia. La gastronomía no fue ajena a ello, y aparecieron las tortillas, elotes, conchas y hasta una pizza rosa.
La pizzería Hakuna Matata, ubicada en la alcaldía Iztapalapa, en la Ciudad de México, pasó a la realidad una propuesta hecha a broma. Leonardo Durán, dueño del negocio, contó que, junto a su esposa, estaba admirando todos los artículos con este color que salían en redes sociales, como parte de la cinta que protagonizan Margot Robbie y Ryan Gosling, y la cual se estrenó esta semana en los cines del país.
“Primero fue un comentario a broma, y luego dijimos ‘¿por qué no?’. Principalmente los niños son los que voltean a ver, porque les llama mucho la atención el color y la piden. En los adultos creo que igual despierta interés, porque se ve curioso, se preguntan si sabrá igual o el sabor cambiará. Pero la aceptación, en los niños, ha sido muy buena”, relató Durán Guerrero, de 28 años, y quien tiene cinco años creando este alimento.
Explicó que, para dar esa tonalidad rosada a la masa, lo hace a partir de colorante comestible, y sólo hace dos sabores de pizza, que son los más pedidos por los pequeños: pepperoni y hawaiana, esta última tiene el plus de que se le agrega cereza, que va ad hoc con los colores y el estilo de Barbie.
Leonardo Durán reconoció que es ajeno a las películas o el concepto de la muñeca, pero compartió que tiene una hija y una sobrina que son seguidoras de este juguete de la empresa Mattel. “Mi nena es muy fan de Barbie. Luego luego pidió su pizza, y fue de las primeras en probarla”, mencionó.
Curiosamente, la pizzería Hakuna Matata también se caracteriza por ponerle nombre a sus productos, provenientes de la película El Rey León (Rob Minkoff, 1994), por lo que hay pizzas con el nombre de Mufasa, Pumba, Timón o Scar.
“La idea es, principalmente, llamar la atención de los niños, que además de que coman un alimento bueno, sea divertido, que no sólo pidan de champiñones”, compartió.
Asimismo, agregó que les gusta jugar con las formas, con pizzas en forma de corazón, y con los ingredientes, con sabores como carnitas, cochinita pibil, cinco chiles o suadero.
Sin embargo, no son las únicas entidades. La gastronomía mexicana se adapta en distintos sitios.
En Acapulco, Guerrero, se venden tortillas rosas, pigmento que se logra a partir de betabel, a 30 el kilo. En Tijuana, Baja California, crearon el “barbielote”, donde el ingrediente que lo transforma es el queso cotija, que tiene colorante vegetal; pero también hay la “barbie dona” en esa ciudad, entre otros sitios que ofrecen todo tipo de comida.
PAL