Lorena Cuéllar es la tercera persona en su familia en convertirse en gobernadora de Tlaxcala, aunque es la única que lo ha hecho por medio de la voluntad popular. Sus parientes que se abrieron camino en este rubro son Manuel Cuellar, quien llegó al poder de febrero a marzo de 1913, el segundo fue Crisanto Cuéllar Abaroa, quien administró la entidad del 21 de enero al 14 de mayo de 1970, ambos estuvieron al mando como mandatarios estatales interinos.
El camino de la mujer parecía estar destinado a algo más, debido a que estudió y se desempeñó durante años como maestra para niños sordos. La profesión, la labor social y ayudar a al gente, dice, fueron las máximas de su vida y lo que la llevó a dedicarse a liderar una entidad.
"La política es la verdadera vocación y el deber del servicio".
Además de esto, se dice orgullosa de haber sido elegida con un margen tan amplio y ser parte de un grupo de mujeres que encabezan los tres poderes que rigen la norma: Mary Cruz Cortés Ornelas, magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, así como la presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Marcela González Castillo.
"Hoy les enseñamos a otras mujeres cómo juntas podemos ganar y demostrar que no se trata de una competencia", dice sobre la colaboración que hay entre las tres, la cual además calificó como desprovista de colores y a favor de la gente.
La funcionaria asegura que en un año y medio de gobierno se han hecho al menos 540 obras gracias a un cuidado extenso de los recursos a fin de tener una administración eficiente. Presumió además que ningún municipio se encuentra sin una obra realizada.
"No me cabe en el pecho el orgullo que siento del estado", es como define su papel como líder de la entidad.
No tiene miedo de seguir trabajando
Pese al clima social que hay en el país, la mandataria local asegura no tener miedo de lo que le depara la función pública, debido a que su labor busca abrirle el paso al sexo femenino. Asegura que le ha tocado históricamente estar en reuniones políticas en las que sus únicos compañeros eran hombres.
Relata que ser parte de una minoría le ocasionó diversos obstáculos los cuales tuvo que sortear a la par de ser madre de familia. Todos estos aspectos, destaca, antes antes de ocasionar que tuviera que interrumpir su labor, fueron situaciones que la hicieran valorar más sus avances.
"Era lo que me faltaba en la vida para culminar mi felicidad".
Presume que su trabajo ha dado frutos por medio del cumplimiento en el abasto de los servicios como el agua, el acceso a la viviendas, a prótesis, operaciones, entre otras. El estilo de vida de la morenista, apunta, la lleva a trabajar en jornadas maratónicas que soporta debido al placer de servir.
"Soy una mamá y una tía y una hermana, sobrina que cuida mucho a su familia, a pesar del trabajo que pueda tener".
Sobre la toma de decisiones, asegura, no teme realizar las acciones que se necesitan dentro de su administración y tampoco descansa sino hasta que logra sus objetivos.
¿De qué están hechos los sueños?
La funcionaria destaca que una de las principales características de su andar en la política es el marcarse objetivos claros y no descansar hasta obtenerlos, así, comenta, siempre tuvo la intención de ser gobernadora, meta que no abandonó mientras escalaba en puestos como el de presidenta municipal, diputada y senadora.
"Yo quiero que a Tlaxcala la conozcan en todo el mundo", dice sobre su más reciente propósito.
Añade que se ha encargado de que el estado mantenga su tendencia de crecimiento y desarrollo, lo cual la hace sentir orgullosa de su labor.
Para estas situaciones, indica, cuenta con un equipo sólido y con el pueblo, el cual ha demostrado su fe en los proyectos que Cuéllar ha encabezado a lo largo de los últimos meses.
La hospitalidad de los tlaxcaltecas, indica, conquistó a los europeos al punto de que decidieron inaugurar el Torneo Mundial de Volleyball fue de su continente.
"De Tlaxcala saldrá a Paris. Qué gran espectáculo que todos nos conozcan".
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