Milton Pick nació en 1921 y su reciente cumpleaños, en el que conmemoraba la cifra de 102 primaveras, también consignó la transición de la infancia a la adolescencia que los judíos llaman bar mitzvá y que los varones celebran a los 13 años y las niñas a los 12.
No es que Milton no hubiera sido lo suficientemente maduro como para celebrarlo en su momento, sino que en su infancia sus padres no pudieron marcar la ocasión, y así, Pick tristemente se perdió la lectura de la Torá (el pentateuco) en la sinagoga frente a familiares y amigos, las canciones, que sus allegados le felicitasen y tirasen caramelos y que la sociedad entera lo comenzase a considerar responsable de sus actos y no ya un niño. Es decir, el rito que lo convertía oficialmente en hombre y la acogida en la
comunidad judía como miembro.
El anciano estadounidense, sin embargo, ha vivido plenamente una larga vida, protagonizando también varios eventos históricos, tanto por su edad como por sus actividades. Entre otras cosas, a los veintidós años se alistó en el Ejército de Estados Unidos para luchar contra el Eje durante la Segunda Guerra Mundial, y lo hizo en el Pacífico contra Japón, por lo cual es considerado un héroe de guerra.
¿Bar mitzvá de la tercera edad en México?
Durante una reciente visita a la isla de Cozumel, en México, Pick conoció a una pareja de religiosos judíos hasídicos que pasaban allí sus vacaciones. Charlaron e intimaron y, en un momento dado, Pick les contó que, a pesar de ser judío, nunca había celebrado su
acto de madurez.
La pareja quiso ayudar a Milton a que cumpliese uno de los ritos fundamentales del judaísmo y es posible que Pick sea el hombre más viejo en celebrar la ceremonia del bar mitzvá, aunque no se sabe a ciencia cierta porque no se mantiene un registro en ese
sentido.
La pareja de hasídicos contactó con el rabino Dudi Caplin, responsable del centro judío local de Jabad en el que ellos se hospedaban en la zona y le contaron el caso. El rabino se ofreció a celebrar para Pick el rito del que había sido privado casi 90 años antes y darle la posibilidad de celebrar el haberse convertido en hombre de forma oficial.
El rabino fue poco a poco. Primero visitó a Pick en su hotel y le convenció para que se pusiera las filacterias, que son un conjunto de pequeñas cajas de cuero negro con correas también de cuero que contienen rollos de pergamino inscritos con versículos de la Torá y que los judíos adultos usan durante las oraciones matutinas de los días laborables.
Después lo invitó al centro Jabad para que leyera la Torá por primera vez y, así, se unieron a Pick fieles y vecinos y le celebraron un emotivo bar mitzvá con sabor mexicano.