Las calles semivacías se hicieron presentes ayer, primer día hábil de 2023 en la CDMX, pues aún cientos de capitalinos continúan de vacaciones, donde la ciudad no presentó contaminación y un cielo limpio.
Padres de familia, acompañados de sus hijos pequeños y grandes, abarrotan las principales calles del Centro Histórico para disfrutar de los últimos días de asueto y de paso echar un ojito a las jugueterías para integrar la lista de juguetes que solicitarán a los Reyes Magos, la noche del 5 de enero.
“Bajó el tráfico, y las horas pico ya no son tan marcadas, es decir, solo he notado que me ahorro entre 10 ó 15 minutos. La verdad es que si bien ayuda que los niños no vayan a clases, tampoco es mucha la diferencia, pues salen a centros comerciales, corredores comerciales, restaurantes, etcétera”, explicó Jenny Ortega, quién acudió a su trabajo en una tienda de la calle 16 de septiembre.
Esta tranquilidad desaparecerá, mencionan, el próximo lunes, cuando los menores regresen a las aulas y los adultos a sus actividades laborales.
“Pasando el Día de Reyes, se termina en cierto modo la tranquilidad y volvemos al estrés hasta las otras vacaciones”, dijo Carmen Rodríguez, caminando por Paseo de la Reforma.
PAL