María Elena Ríos, la saxofonista oaxaqueña que fue atacada con ácido, habló con Miguel Aquino y Ana María Lomelí para la señal de radio de El Heraldo Media Gruop a fin de hablar de la manifestación que realizó ayer.
Aseguró que fue hostigada por los elementos de seguridad del estado y violentada para evitar que colocara una pancarta que tenía la leyenda "Oaxaca feminicida" durante la celebración de la Guelaguetza.
Indicó que no se le ha permitido obtener la justicia, debido a que hay muchos intereses de las autoridades con respecto a su agresor e inclusive se ha ignorado la recomendación que hizo la CNDH en su caso.
Durante la charla, explicó que la protección que recibe solamente está limitada en el estado de Oaxaca, pese a que vive en la capital del país y su atacante tiene la posibilidad de agredirla.
"Mi agresor tiene poder político y económico", dijo.
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Lamentó que se viera como un acto normal el que las mujeres sean atacadas de forma abierta y sin castigo a los agresores. La única explicación que tiene para que su asunto no avance, indicó, es que hay corrupción por parte de la administración local.
"El 9 de septiembre se cumplen tres años", dijo.
"A mí me quisieron matar, pero sobreviví", agregó.
Informó que buscará justicia contra su atacante, pero además trabajará para que haya una ley que tipifique las agresiones con ácido, alcohol y otro tipo de sustancias.
Pidió el diálogo con los integrantes del Congreso para que se pueda encontrar una vía legal para que no se sigan repitiendo estos actos en contra de las mujeres.
"En Oaxaca nos están matando", dijo.
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