La tarde de este miércoles 15 junio cientos de migrantes provenientes de Venezuela, Cuba y Nicaragua encabezan una protesta en la Central de Autobuses de Monterrey, en el estado de Nuevo León.
Los ciudadanos venezolanos han comentado a medios de comunicación que "se sienten estafados", ya que una línea de transporte les vendió boletos y tiempo después no les prestaron el servicio a cabalidad.
Con el objetivo de visibilizar su denuncia, tres migrantes decidieron coserse la boca y señalaron que así permanecerán hasta que les devuelvan el dinero pagado o les brinden servicio hasta su destino.
La comunidad migrante asegura que pagaron un viaje hasta Ciudad Acuña, Coahuila, sin embargo, les frenaron el paso aun teniendo un permiso de 30 días de estancia en México, que les permite moverse y llegar hasta la frontera.
Los inconformes han declarado que al viajar a Acuña, los policías que presuntamente están coludidos con el crimen organizado, los regresan a Nuevo León, y por eso buscan su reembolso.
Exigieron que si no se les reembolsa, se les escolte hasta Ciudad Acuña, lugar que colinda con Texas, Estados Unidos. Por otro lado, advirtieron que de no ser escuchados, cada media hora otro migrante se coserá la boca, y para el mediodía viajarán en caravana a pie hacia Coahuila.
"Hay mujeres que decidieron coserse los labios y los hombres, tenemos una joven que está embarazada y está en peligro, tiene 9 meses y ya está en estado de parto. Pedimos al estado que se pronuncie, los derechos humanos no está y el Instituto de Migración nos tiene estancados", declaró un hombre que pidió anonimato
Se presume que hay al menos 2 mil migrantes varados en la entidad, después de que se les negó el acceso a Coahuila, por lo que desde hace cuatro días permanecen durmiendo en sillas y en el piso de la central ubicada en el primer cuadro de la ciudad de Monterrey.
Hasta el momento ni el Instituto Nacional de Migración (INM) ni la Central de Autobuses se han pronunciado al respecto.
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Migrantes centroamericanos varados en Monterrey se cosen la boca como protesta