Actualmente México no cuenta con mecanismos de evaluación para medir el nivel de los estudiantes en temas de lectura y comprensión, razonamiento lógico matemático y ciencias, así lo señalaron expertos tras evaluar los resultados de la última prueba PISA en 2018 y ante la desaparición de la prueba ENLACE, la cual era de carácter censual y fue sustituida por la prueba PLANEA, que es únicamente de carácter muestral.
La problemática central es que en México al no existir evaluaciones de carácter nacional no se pueden tener cifras y datos oficiales sobre la situación actual en relación al aprendizaje de las niñas, niños y adolescentes de México.
Los pocos muestreos que se aplican y de los que se tiene registro, como la prueba PISA (la cual es una evaluación internacional), posicionan a nuestro país en el lugar número 53 a la par de países como Jordania, Brasil, Colombia y Rumania los cuales están muy por debajo de países como China, Inglaterra, Canadá y Estados Unidos, quienes encabezan la lista.
Durante 2022, la prueba PISA, de la cual es responsable la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se aplicará en México a ocho mil 50 alumnos, que representan el 0.38% de la población de ese sector estudiantil.
“Considerando que en México contamos con dos millones 85 mil 462 alumnos en tercer año de secundaria en este ciclo escolar, la cantidad de la población a la que se pretende evaluar representa únicamente el 0.38% de la población, sin contar a los estudiantes que se encuentren en el primer año de educación media superior, ya que en estos grados escolares se encuentra la población de entre 15 a 16 años”, sostuvo Patricia Ganem, coordinadora de investigación de la Organización “Educación Con Rumbo” (ECR).
En conferencia señaló que las evaluaciones estandarizadas ayudan a conocer el nivel de dominio que tienen los estudiantes en cada asignatura y grado escolar.
Esto ayuda a ubicar en qué medida el sistema educativo nacional y el de los estados cumplen con los planes y programas de estudio, para poder diseñar e implementar políticas públicas orientadas al mejoramiento educativo del país.
Aunque en México esto es complicado, ya que, al no aplicarse pruebas, no existen cifras concretas.
“El tema de fondo es la opacidad, la falta de resultados en el aprendizaje, una visión miope sobre la evaluación. México requiere desarrollar una política robusta de evaluación del aprendizaje de sus alumnos para tomar mejores decisiones para aumentar el aprendizaje de 36 millones de estudiantes”, señaló, Paulina Amozurrutia, Ccordinadora nacional de ECR
El encuentro virtual enlistó tres puntos clave para que las autoridades educativas tomen a consideración que son: No cancelar la aplicación de pruebas de evaluación en materia de educación en el país, que las pruebas que se apliquen sean censales es decir para todos los alumnos del país y crear muestras representativas para la aplicación de pruebas.
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