Donas con azúcar, conchas y hasta chichimbres, es lo que vende Reno Joseph, desde hace siete meses en la zona sur de Tamaulipas, vende a 10 pesos cada pieza de pan dulce para reunir recursos suficientes y poder traer a sus hijos que permanecen en la isla caribeña.
Él compra el pan en un negocio de Ciudad Madero, y desde ese lugar comienza a recorrer áreas comerciales y la colonias aledañas, a veces se va hasta Tampico para tener más clientela, pues la ganancia a lo mucho es de dos pesos por cada pieza vendida.
"Ya desde hace más de 7 meses estoy aquí, estoy con mi esposa y una de mis hijas, tengo dos más en Haití, y estoy aquí en busca de tener documentos para traer a mis hijos", dijo para El Heraldo de México.
Reconoció que las autoridades migratorias de México no le han brindado la autorización para poder trabajar, por lo que se dedica a vender pan de dulce en una pequeña canasta por las calles, es decir, forma parte de la estadística de ambulantes.
"A veces lo vendo todo, con la ayuda de la panadería, también lo revendo para tener ingresos, aquí estamos rentando pero la cosa no es fácil", declaró mientras despachaba un queki y un rol de canela.
El haitiano, aseguró que se va a quedar a vivir el sueño mexicano, pues su principal meta es traer a sus hijos de 14 y 9 años de edad quienes se quedaron en la isla caribeña. Reno, es parte de los migrantes que se quedaron varados en el sur de Tamaulipas y se han tenido que acoplar para hacer vida, generar ingresos, pues no existe una asociación que les brinde techo o comida como en otras partes de la entidad.
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