RUSIA

Ésta es la comunidad de rusos que llegó a Mexico huyendo de su país e inspiraron una de las más grandes industrias

Comenzando el siglo XX y perseguidos por sus creencias religiosas, un grupo de rusos llegaron a tierras mexicanas para establecerse y sin querer dieron pie a una gran industria

NACIONAL

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Molokanes, los rusos que llegaron a México. Foto Museo Comunitario Ruso

Una de las historias menos contadas en la historia de las migraciones en México es la que tiene que ver con una comunidad religiosa procedente de la Rusia zarista. Se trata de una secta que se denomino molokan, eran disidentes de la ruptura que había tenido la Iglesia Rusa con las tradiciones del catolicismo ortodoxo de la Iglesia de Grecia. 

Su surgimiento se da en el año de 1765 en Tambow, Rusia, por las diferencias religiosas fueron constantemente perseguidos en diversos conflictos políticos y sociales que terminaron en la caída del último zar de la dinastía Romanov, esto según se retrata en un artículo de la Universidad Autónoma de Baja California escrito por Beatriz Paredes y José Luis González. 

En dicho artículo se documenta que molokanes pretendían llegar a un lugar con libertades religiosas y en el que estuvieran exentos del servicio militar, ese lugar no era Rusia. Así que desde lejanas tierras emprendieron una peregrinación para llegar al "Nuevo Mundo", las rutas fueron varias ya sea por Panamá o Argentina, pero el lugar prometido era Estados Unidos. 

Los molokanes comenzaron a reunirse en Los Ángeles, pero al ser ellos en su mayoría personas dedicadas al campo y a las labores domésticas, la ciudad en el estado de California no les sentaba, por lo que vieron la oportunidad de hacerse de terrenos al sur de la frontera, en Baja California, en la zona del Valle de Guadalupe en 1905, ahí aprovecharon los grandes acres de tierra su cultivar y comenzaron a trabajar en cosechas de trigo, vid, en la crianza de animales también y otras labores. 

Molokanes

Se sabe que el nombre de esta secta significa leche, pues sus integrantes la consumían, así como sus derivados, a pesar de que era una de las cosas que la Iglesia Rusa había prohibido. 

A pesar de ser una comunidad arraigada en sus raíces y que huyeron de su país para poder seguir llevando a cabo lo que sus cultura les mandaba, la secta desapareció en tres generaciones y en los años 40 se mezclaron con la cultura mexicana. 

Sin embargo, no se han olvidado del todo, pues su trabajo dio paso a una de las industrias más grandes de la región y que ha permitido su reconocimiento incluso a nivel mundial, estamos hablando de la vinícola, pues ellos fueron los primeros que aprovecharon las condiciones climatológicas para el cultivo de las vides que se usan para el vino mexicano. 

A pesar de que la comunidad de los molakanes ya no se puede distinguir como tal, aún quedan los recuerdos de su presencia en la zona y se ha establecido el Museo Comunitario Ruso en el municipio de Francisco Zarco, en el Valle de Guadalupe, ahí se preservan algunas fotografías y artículos del estilo de vida de dicha comunidad que llegó desde la lejana Rusia. 

Foto: Museo Comunitario Ruso
Foto: Museo Comunitario Ruso
Foto: Museo Comunitario Ruso

Actualmente la zona de ha convertido es un destino turístico inspirador, en el cual proliferan los hoteles boutique y en la cual se aprovecha para dar recorridos por los viñedos y probar los mejores ejemplares de la región.