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MENTE MUJER

La partería ha regresado como una de las primeras opciones para las futuras madres

Debido a la pandemia por COVID, a la saturación de hospitales y al miedo a un contagio, la patería se ha convertido una vez más en una opción segura para las mujeres que quieren tener a sus hijos en un entorno seguro

NACIONAL

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98 por ciento de los partos en México se atendieron en centros médicos, mientras que el resto recurrió a una parteraCréditos: Especial

Desde la antigüedad las parteras fungieron como acompañantes de las futuras madres que daban a luz en un entorno seguro y de celebración, con los cuidados y saberes heredados de las matronas; no obstante, los avances tecnológicos y una vida más apresurada derivaron en la pérdida de la tradición y el aumento en la demanda de atención médica “especializada” en clínicas y hospitales.

Es así que para 2018, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) estimó que 98 por ciento de los partos en México se atendieron en centros médicos, mientras que el resto recurrió a una partera, cifra que se presume aumentó con la pandemia, pues ante la saturación de hospitales y el temor ante un contagio en los centros de salud llevaron a las madres a considerar un servicio en casa, lo que le dio una nueva oportunidad a la partería.

Para dignificar el trabajo de partera se han hecho foros y difusión sobre los conocimientos adquiridos por generaciones Foto: MORADA VIOLETA

“Son saberes que han desarrollado las mujeres sanadoras a lo largo de la historia en distintas comunidades. Nuestro acompañamiento es integral y estamos en todo el proceso, prioriza que las mujeres tengan acceso a la información sobre derechos sexuales y reproductivos, y promovemos que desarrollen un conocimiento profundo. Es muy bueno que la práctica se esté recuperando porque le da más poder y conocimiento a la mujer sobre su propio cuerpo”, indicó Kay Cisneros, partera de Morada Violeta, organismo de la Ciudad de México.

De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) aunque para el siglo XIX, las parteras contaban con una larga historia y un gran prestigio en cuanto al desarrollo de la práctica, para el siglo XX los médicos tomaron el control de la salud sexual y reproductiva de las mujeres mientras que la partería tradicional fue desestimada.

Lo anterior ocasionó que en 1960 y 1980 se eliminaran las plazas en los hospitales mexicanos para las parteras y se les capacitara en planificación familiar y en parto seguro para cubrir zonas rurales.

Hace dos siglos era un trabajo con gran demanda Foto: MORADA VIOLETA

Es por ello que, aunque la formación de parteras tradicionales en procedimientos seguros continuó, no se les reconocieron sus capacidades clínicas y su importancia tanto histórica como cultural.

“Nosotras atendemos más en zonas rurales, donde no hay hospitales cerca para las embarazadas, pero estamos capacitadas para ir a cualquier lado e incluso es mejor porque acompañamos a la madre en todo el proceso y procuramos esa cercanía con las madres porque todas tienen sus particularidades”, detalló Consuelo Bravo, partera guerrerense perteneciente a la Asociación Mexicana de Partería.

Al respecto, el Fondo de Población de las Naciones Unidas también destacó las ventajas de la partería al señalar que las parteras utilizan más consistentemente las prácticas basadas en la evidencia que cualquier otro tipo de proveedor, entre las que destaca el hecho de que la mujer puede elegir la posición para el alumbramiento, tiene libertad para deambular en el trabajo de parto, le permiten ingesta liviana y tomar líquidos, así como elegir acompañante durante el parto.

Se necesitan los conocimientos y licencias necesarias para poder ejercer este trabajo Foto: MORADA VIOLETA

“La atención de la salud sexual y reproductiva, incluida la salud materna y neonatal, brindada por parteras profesionales resulta en una mayor satisfacción por parte de las mujeres, así como en mejores resultados de salud materna y neonatal. Las mujeres que fueron atendidas por parteras destacaron el buen trato recibido, la enorme confianza y tranquilidad que la partera les infundió, y las explicaciones y respuestas que la partera dio a sus preguntas y dudas”, señala el informe de la ONU.

No obstante, hay zonas donde la partería no es bien pagada, por lo que el organismo y las parteras, hicieron un llamado a la dignificación del oficio, así como a la apertura de foros y oportunidades para difundir los conocimientos adquiridos por generaciones y obtener los nuevos requerimientos científicos que permitan a las parteras fortalecer su labor.

LÍNEA DEL TIEMPO

1833. Nace la partería profesional con la Cátedra de Partería, unida a la carrera de Medicina y Cirugía. Las parteras estudian lo mismo que los médicos y juntos trabajan en las maternidades.

1880 – 1900. Se crea la Cátedra de Ginecología. Aumentan los requisitos para la formación de parteras; el cuerpo médico comienza a desplazar a las parteras profesionales y abundan las críticas a la práctica de la partería.

1900 – 1960. Se crea la carrera de enfermería y partería como especialización de enfermería. La mayor parte de los partos en hospitales son atendidos por enfermeras obstetras, quienes también llevan el control del embarazo y la atención perinatal.

1960 – 1980. Eliminan las plazas para parteras en los hospitales. Los médicos atienden todos los partos en los hospitales y se comienza a capacitar a las parteras tradicionales en planificación familiar y en parto seguro para cubrir zonas rurales.

80s. Hay una expansión de la atención primaria, y surge la Iniciativa por una Maternidad Segura. Bajo un nuevo “enfoque de riesgo” se prioriza la detección de riesgo en la atención prenatal y la referencia de casos potencialmente complicados a hospitales. Se continúa la formación de parteras tradicionales en procedimientos seguros, aunque sin reconocimiento de sus capacidades clínicas y culturales.

90s. Se prioriza el acceso a la atención obstétrica de emergencia, basado en que las complicaciones obstétricas no son siempre previsibles pero pueden ser manejadas con el acceso inmediato a atención calificada del parto y a servicios con capacidad resolutiva.

2000. En respuesta al desafío del ODM 5 de reducción de la mortalidad materna, México adopta la estrategia de atención hospitalaria de todos los partos, para asegurar el acceso a atención obstétrica de emergencia.

FOTO: MORADA VIOLETA

RECOMENDACIONES DE LA ONU

Construir y fortalecer alianzas entre diferentes actores comprometidos con la partería para demostrar por qué la partera es esencial dentro de un modelo de atención obstétrica centrado en la mujer.

Abogar por incluir con mayor énfasis y coherencia las prácticas basadas en la evidencia en las normas, lineamientos y guías de práctica clínica.

Promover su difusión amplia y asegurar que se implementen en todos los niveles de atención obstétrica mediante mejores mecanismos de supervisión.

Apoyar la promoción de una estrategia de atención de partos de bajo riesgo por parteras en el primer nivel, con roles y responsabilidades claras para todo el equipo de salud, y referencias eficaces a atención obstétrica y neonatal con capacidad resolutiva.

A través de las parteras, asegurar una mayor continuidad en la atención durante la vida sexual y reproductiva de la mujer, incluyendo los servicios de anticoncepción, el embarazo y el puerperio.

Sistematizar y difundir los modelos exitosos de partería centrados en la mujer para mejorar la comprensión sobre el rol y potencial de las parteras, y promover su réplica.

*De acuerdo con la ONU Mujeres, las parteras contribuyen a evitar dos tercios de las muertes neonatales y maternas.  

NÚMEROS

  • Más 20 mil parteras tradicionales en México.
  • 100 parteras profesionales (PP) egresadas.
  • 16,684 licenciadas en Enfermería y Obstetricia.

FUENTE: Comisión de Derechos Humanos de la CDMX.

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