Organizaciones sociales recordaron el aniversario de la masacre de Camargo, Tamaulipas, en la que fueron asesinadas 19 personas (17 de ellas eran migrantes centroamericanos) y urgieron a las autoridades a avanzar en las investigaciones, porque hasta la fecha no hay justicia, ni la reparación del daño a las familias de las víctimas.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín PRO Juárez AC y la Fundación para la Justicia recordaron que 16 de las víctimas son migrantes de Guatemala y uno de El Salvador, y acusaron que no se investigan las redes de macrocriminalidad en la región.
En una carta dirigida a las autoridades de los gobiernos de México y de Tamaulipas, puntualizaron que la masacre de Camargo, registrada el 22 de enero de 2021, no puede quedar en la impunidad como la de San Fernando, ocurrida en 2010.
Hay que recordar que Adán, Marvin, Iván, Osmar, Ribaldo, Anderson, Dora, Paola, Elfego, Edgar, Madelyn, Rubelsy, Bramdon, Santa Cristina, Leyda y Feliciano salieron de Comitancillo, San Marcos, Guatemala, llegaron a Nuevo León y al pasar por Tamaulipas, fueron interceptados por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
Ya han pasado más de 365 días desde el hallazgo de dos vehículos con 19 cuerpos calcinados en Camargo. La Fundación denunció que hasta el momento la Fiscalía de Tamaulipas no ha esclarecido estos crímenes, pese a la detención de varios policías, y sin que se actúe para desarticular las redes criminales detrás de estos hechos.
Datos de la Fiscalía de Tamaulipas indican que fueron policías estatales los que hicieron el hallazgo de los cuerpos calcinados el 23 de enero, aunque los hechos ocurrieron un día antes.
El testimonio de los sobrevivientes ayudó a señalar como los agresores a elementos del Grupo de Operaciones Especiales (GOPES). El 2 de febrero detuvieron a 12 policías estatales, 10 de ellos ex integrantes del GOPES. Todos fueron vinculados a proceso y desde entonces no se sabe de avances.
La Fundación acusó que han visto pesquisas fraccionadas, lo que abona a la impunidad y a no mirar el caso en su integralidad, sin lógica de macrocriminalidad transnacional, además de no integrar a las víctimas al proceso.
PAL