AMLO

"AMLO no es un buen administrador público, por eso hay grandes cambios en su gabinete": Luis Carlos Ugalde

El director general de Integralia Consultores explicó que el presidente López Obrador se encontrará con un Legislativo que no le permitirá pasar sus reformas constitucionales

NACIONAL

·
El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene un estilo gerencial unipersonal, por lo que no escucha a su gabinete, afirmó Luis Carlos Ugalde. Foto: CuartoscuroCréditos: Foto: Cuartoscuro

Luis Carlos Ugalde, director general de Integralia Consultores, expresó que el presidente Andrés Manuel López Obrador no es un buen administrador público, lo que ha llevado a que haya diversos cambios durante los tres primeros años de su gobierno, el más reciente fue la salida de Julio Scherer Ibarra, quien dejará la Consejería Jurídica de la Presidencia.

En entrevista con Mario Maldonado en "Noticias de la Mañana", el experto en temas electorales y políticos detalló que López Obrador cuentan con un estilo gerencial unipersonal, por lo que no escucha las recomendaciones de su gabinete y eso termina causando frustración, molestia y cansancio entre los funcionarios, que concluye con la renuncia al cargo.

Comentó que se sabe de una buena fuente que "hay casos de funcionarios que han presentado su renuncia, pero no se las acepta el presidente López Obrador y tienen que seguir en la dependencia, a pesar del malestar".

Por otro lado, afirmó que en esta nueva Legislatura que inicia, AMLO se encontrará con dificultades para aprobar sus reformas constitucionales, especialmente la electoral que ha venido impulsando.

"Durante los primeros tres años de su administración a López Obrador le importó poco el desempeño del Congreso, porque lo veía sólo como un mecanismo que debe cumplir, pero hay que recordar que esta Legislatura se caracterizó por la baja calidad jurídica de iniciativas enviadas por el presidente al Congreso, por lo que hubo muchas impugnaciones por falta de legalidad", externó Luis Carlos Ugalde.

En este sentido, afirmó que si bien hace falta una reforma electoral, ésta debe ser bien analizada y propuesta, no como la que plantea el presidente López Obrador que "es con el hígado y no con la cabeza", porque si se llegara a aprobar lo que él quiere podría ser contraproducente.