Narcotráfico

Habitantes encaran al crimen en 4 municipios de Michoacán

Habitantes toman las armas para enfrentar a delincuentes; instalan barricadas y bloquean vías del tren por secuestro de campesino

Habitantes encaran al crimen en 4 municipios de Michoacán
BARRICADA. Los lugareños se encargan de vigilar las entradas y salidas a las comunidades, para repeler a los cárteles. Foto: Especial Foto: Especial

Los municipios de Ario de Rosales, Nuevo Urecho, Salvador Escalante y Taretan tomaron las armas para luchar contra el crimen organizado que cometía homicidios, cobro de cuotas y todo tipo de intimidaciones a la población.

Su operatividad comenzó hace un año, en Ario de Rosales, municipio productor de aguacate, donde agricultores del llamado oro verde se levantaron contra los extorsionadores.

Poco a poco el movimiento armado se expandió a localidades aledañas donde la gente demandaba seguridad debido al acecho que sufrían a manos de dos grupos: Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Hoy, esta agrupación de lugareños se hace llamar Pueblos Unidos.

Para estos municipios, la desaparición de Raúl Medrano Álvarez, un joven de Tomendán, Taretan, dio impulso a su insurrección.

El habitante, dedicado al campo y a las rondas comunitarias, fue privado de la libertad el 4 de junio en Múgica, por un grupo armado al que asocian con Miguel Ángel Gallegos Godoy, alias Migueladas, líder delincuencial en La Huacana.

La desaparición del campesino ha fortalecido el movimiento armado, aunque prácticamente viven atrincherados. Los comuneros de Taretan, respaldados por Pueblos Unidos, han hecho bloqueos en las vías del tren y en la caseta de peaje de la Autopista Siglo XXI, para exigir que investiguen y localicen al joven.

La guardia comunitaria cuenta con cerca de 69 barricadas en los cuatro municipios, donde producen aguacate, mango, zarzamora y guayaba. Los integrantes, todos armados y mayores de 18 años, controlan día y noche el ingreso y salida de pobladores y visitantes.

Dicen que se unieron para combatir, primero a la célula de Los Viagras y recientemente al CJNG. “Piden cuotas. Si tiene huertas, te cobran cuota por cada hectárea”, explicó uno de los comandantes de Pueblos Unidos.

El miembro de este músculo armado contra el crimen asegura que los comunitarios y la población sostienen su lucha. Aseguraron que permanecerán ahí “todo el tiempo que sea necesario”.

POR CHARBELL LUCIO

MAAZ

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