La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a 12 comunidades tzotziles del municipio de Aldama, Chiapas, por el riesgo ante los constantes ataques armados derivados de un conflicto agrario con Chenalhó.
En el expediente 35/2021, medida cautelar número 284-18, la CIDH solicita al Estado mexicano adopte la seguridad necesaria, con acciones culturalmente pertinentes, para proteger la vida e integridad de las personas al interior de sus comunidades.
Las mismas medidas fueron solicitadas para aplicarlas durante los desplazamientos y con ello evitar cualquier acto de violencia armada; además solicita un informe para la investigación correspondiente .
El 28 de marzo de 2018, la CIDH recibió la queja de parte de organizaciones de la sociedad civil establecidas en Chiapas, para pedir la garantía de los derechos de familias indígenas de las comunidades de Koko’, Tabak, Cotsilnam, Stselej Potop, Xuxchen (Xuxch’en), Puente, Yoctontik, Sepelton, así como de la cabecera del municipio de Aldama.
El documento menciona que las agresiones son provocadas por grupos armados de corte paramilitar con presencia en Santa Martha, Chenalhó, que también operaron el desplazamiento suscitado en 2017 en Chalchihuitán. En la recopilación de información de la Comisión, destaca que el Estado mexicano respondió a las solicitudes de información realizadas de los periodos 2003, 2014 y 2018, aunque en la petición del 12 de marzo de 2021, no recibió respuesta.
En los últimos tres años el conflicto agrario que se originó hace cuatro décadas entre Aldama y Chenalhó, recrudeció. En un recorrido realizado por El Heraldo de México, los habitantes de Aldama dijeron que no se explican cuál es el verdadero motivo de los disparos y agresiones constantes y consideran que buscan desplazarlos.
En Chenalhó también acusan a Aldama de realizar ataques armados en su contra que ha cobrado la vida de varias personas. Aunque policías estatales realizan patrullajes, las detonaciones de armas de fuego que se escuchan en los dos municipios no cesan.
Por Jeny Pascacio
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