Una invasión de algas marinas que es extraordinaria en volumen y alcance geográfico ha estado asediando el Caribe mexicano desde hace varios años, poniendo a las autoridades locales y hoteleros a luchar por deshacerse de estas plantas olorosas y marrones que ahuyentan a los vacacionistas.
Para este año, la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya preve que la llegada de sargazo a las costas del Caribe de nuestro país, sea menor a la de otros años.
Cada semana los directivos de esta asociación que aglutina a 400 hoteles, sostienen reuniones con personal de la Secretaría de Marina y Armada de México que monitorea el comportamiento del sargazo.
"Tenemos reuniones todas las semanas, nos reunimos con la Secretaría de Marina. Lo que se está haciendo con la Marina es detectar las manchas desde lejos y se atacan con un barco de la Marina en un acuerdo que hicimos desde el año pasado con el gobierno Federal y la Marina", declaró Antonio Chávez Palomo, presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya en una entrevista con La Verdad.
Cómo combatirán al sargazo
Chávez Palomo detalló que cada hotel se encargará de poner barreras y recolectar las plantas que lleguen a su zona de costa y precisó que están haciendo acuerdos con los ayuntamientos y con el gobierno de Quintana Roo para el transporte y manejo de ese sargazo porque no se puede tirar en cualquier lugar.
En este contexto, el presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya dijo que la temporada de sargazo 2021 representa también otro golpe a la industria, toda vez que significa otro gasto a parte de lo invertido en insumos por la pandemia de coronavirus.
Cada barrera de contención que han colocado los hoteleros tiene un costo de 80 mil dólares (un millón 600 mil pesos).
Aunque no es una amenaza para la salud humana, las algas atraen moscas y huelen a huevos podridos mientras se descomponen. Son una molestia en el mejor de los casos y un repelente en el peor. Si es espeso en el agua, puede albergar plástico y otra basura, lo que hace que nadar sea peligroso. La preocupación de que los nadadores pudieran quedar atrapados.
AV