COYOACÁN

Por qué se le conoce como Callejón del Aguacate a este TENEBROSO lugar de Coyoacán

Este lugar guarda varias leyendas, pero la más popular data desde 1930

NACIONAL

·
El Callejón del Aguacate se ubica en el Barrio de Santa Catarina. Foto: EspecialCréditos: Especial

Las leyendas de terror no son exclusivas de los poblados lejanos, también forman parte de las grandes ciudades y la Ciudad de México no es la excepción. En la capital de nuestro país, existen varias que nacieron desde la época colonial; sin embargo, con el paso del tiempo se gestaron otras que con el tiempo han quedado olvidadas. 

En la alcaldía Coyoacán, existen varios puntos de interés turístico, entre ellos se encuentra uno con una historia tétrica que le ha sacado un susto a más de uno: el Callejón del Aguacate, ubicado en el corazón de la demarcación, lugar de origen de la famosa pintora Frida Kahlo

Este lugar, que se encuentra en el barrio de Santa Catarina, esta empedrado y no tiene más de cuatro metros de ancho. Su aspecto colonial le da un aire agradable y a la vez aterrador. El rededor de este punto se han generado varios mitos, no obstante, el más popular se remonta a los años 1930 cuando llegó a vivir ahí un militar cuya cabeza estaba atrofiada debido a sus terribles experiencias bélicas que había vivido.  

El crimen del militar dio origen a la leyenda

De acuerdo con el relato, para aliviar sus ansiedades del pasado, el exsoldado salía con su uniforme a tomar el aire y le daba largas vueltas al barrio todos los días. En cada uno de sus paseos se encontraba a un niño que vivía fascinado con las medallas este que portaba con orgullo. Cada vez, se le acercaba para pedirle que jugaran, pero esto no era del agrado del b.

Un día decidió acabar con la vida del pequeño, dejando como testigos un frondoso árbol de aguacate que está en la mitad de la arteria y a un misterioso monje que, desde las ventanas de su claustro, presenció la escena. Como era de esperarse, el arrepentimiento le llegó al hombre y como medida para calmar su dolor mandó poner en la esquina del callejón el altar de una virgen, para que cada persona que pasara por ahí expiara sus pecados con un Padre Nuestro.

Desde entonces se dice que quien se acerca al callejón, donde aún se encuentra el árbol de aguacate (de ahí su nombre), aún se pueden escuchar los lamentos del pequeño. Incluso hay quienes dicen sentir su presencia y hasta aseguran haber visto su rostro en la corteza del árbol. 

¿Conoces este típico lugar de Coyoacán?

lhp