Con la llegada de vacunación contra el Covid-19 llega una esperanza de que se retorne a una nueva normalidad y se retomen las actividades en diversos sectores. ¿Qué pasará con el ámbito laboral? Es lo que muchos se preguntan, pues durante esta contingencia muchas empresas han optado por hacer home office.
Las exigencias del distanciamiento social forzaron a ciertos ramos a probar las labores de oficina desde casa y ser igual o más productivos, debido a que las reuniones por videoconferencia se acortan y se optimizan tiempos.
Muchas personas esperan que el home office sea permanente, ya que evitan largos tramos de transporte hacia las oficinas, guardan más dinero y les brinda más seguridad. Así lo demuestra la reciente encuesta “Nueva Normalidad, nuevas formas de trabajo” realizada por PwC MES México: el 97% de los empleados quiere que el home office se mantenga y el 58% cree que la productividad aumentó con esta modalidad.
A nivel mundial, de acuerdo con cifras del Foro Económico Mundial (WEF), antes del Covid, solamente el 4% de la población activa podía hacer home office y ahora lo hace el 28% debido a las normas para evitar contagios de Covid-19.
Por esta situación, muchos han comenzado a preguntarse si las empresas darán marcha atrás en la nueva normalidad o mantendrán las medidas actuales. Un poco de luz al respecto arrojó la Encuesta de regreso al trabajo en México, de Mercer, realizada en junio de 2020, en la cual se indica que el 60% de las empresas en México considera dejar el modelo tradicional para transitar a “oficinas flexibles”.
Por su parte, la revista The Economist advierte que las empresas que no inviertan por lo menos el 10% de sus ingresos en nuevas tecnologías desaparecerán, por lo que las firmas o industrias que se nieguen a adoptar nuevas formas de trabajo se estancarán. Parece que las video llamadas por Zoom y los grupos de Whatsapp para tratar temas laborales llegaron para quedarse.