El “miércoles de ceniza”, es un día consagrado dentro de la religión católica que conlleva oración y ayuno, pues representa el primer día de la Cuaresma y el inicio rumbo a la Pascua.
Esta fecha es una de las más esperadas por los fieles católicos, pues esta celebración da inicio y determina los cuarenta días antes del Domingo de Ramos que es cuando inicia la Semana Santa.
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Históricamente el uso litúrgico de las cenizas se originó en los tiempos del Antiguo Testamento, las cuales simbolizan el luto, mortalidad y penitencia.
Desde entonces, tradicionalmente los creyentes acuden a sus respectivos templos para recibir la ceniza la cual es colocada por el sacerdote o encargado de dicha acción en la frente de las personas; coloca el dedo pulgar la ceniza y forma usualmente una cruz para que posteriormente la persona la porte el resto del día.
¿De dónde proviene la ceniza?
Cabe señalar que la cuaresma no tiene una fecha definida y siempre dependerá del día que caiga la Pascua; estas fechas no se mueven entre el 4 de febrero y el 10 de marzo.
Además, el sacerdote invita a los fieles a reflexionar sobre las frases “polvo eres y en polvo te convertirás”, así como “conviértete y cree en el evangelio”.
Sin embargo, algo que ha causado dudas en miles de creyentes es de dónde provienen las cenizas que les son colocadas en la frente; se trata del resultado de la quema de los restos de las palmas bendecidas durante el Domingo de Ramos del año anterior.
Estas ramas usadas un año anterior, se queman en un polvo fino y se mezclan con agua bendita o aceite de crisma para crear una pasta ligera.
Cabe señalar que en algunas partes del mundo, a veces se rocían cenizas secas en la cabeza, en lugar de convertirse en una pasta; son también consideradas como un símbolo de arrepentimiento y conversión.
HFM