El estado de Querétaro, es una de las entidades más importantes y populares, ya sea por sus famosas rutas del vino y el queso, sus construcciones de estilo virreinal que le han valido la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNEESCO; o bien su cercanía con la Ciudad de México, cualidad que la hace participe en diversos momentos de la historia de nuestro país.
De acuerdo con los historiadores, en al menos dos ocasiones, Querétaro fue la capital de México. La primera vez fue en 1847 cuando el ejército de Estados Unidos tomó capital y entonces los poderes federales se trasladaron a Querétaro. La segunda oportunidad, fue cuando Venustiano Carranza se proclamó presidente y líder del ejército constitucionalista, por lo que en 1916 también se transfirieron los poderes a la entidad.
Sin embargo, no muchos conocen el origen del nombre de Querétaro, el cual surgió mucho antes de la llegada de los españoles y perdura hasta nuestros días.
De acuerdo con algunos investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia INAH, Querétaro proviene de la palabra de origen purépecha “Crettaro” que significa “Lugar de Peñas”. A lo largo del tiempo este significado tuvo variaciones y diversas interpretaciones, sobre todo porque el vocablo se había castellanizado y presentaba derivaciones como Queréndaro, por lo tanto la traducción de Querétaro es “cañada o juego de pelota”.
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El principal detonante que dio origen al nombre de Querétaro, es la geografía del lugar ya que la zona donde se encuentra la capital de la entidad tenía la apariencia de una cancha natural de juego de pelota, un deporte del México prehispánico.
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