Al gobierno federal le interesa la posibilidad de combinar vacunas contra la COVID-19 de diferentes laboratorios para completar los esquemas de dos dosis ante el contexto de abasto limitado de estos productos biológicos.
En conferencia, el subsecretario de prevención y promoción de la salud, Hugo López-Gatell se refirió a dos estudios en curso que se realizan en el extranjero, a los cuales la Secretaría de Salud les sigue la pista.
Una de las investigaciones, que inició la semana pasada en Reino Unido, se refiere al beneficio que pudiera haber al utilizar combinaciones de las diversas vacunas autorizadas hasta el momento, pues es una práctica que no haría daño a las personas y no hay restricciones en términos de patentes, agregó el funcionario.
“El estudio es importante porque en un momento dado se podría llegar a encontrar que la combinación de vacunas, conforme van llegando pudiera tener el mismo efecto que si se esperara a tener las segundas dosis específicamente de la misma vacuna que se puso la primera dosis”, añadió López-Gatell.
Niveles de eficacia
El comentario también fue realizado en el contexto de los diferentes niveles de eficacia que han tenido las diversas marcas de vacunas en los ensayos clínicos, datos que podrían cambiar al paso del tiempo cuando se registren más casos de COVID entre los voluntarios de los estudios.
Hasta el momento se ha observado que vacunas como CanSino y Sinovac, autorizadas para uso de emergencia en México, reportaron menor eficacia, sin embargo el subsecretario dijo que no hay que prejuzgar estos productos porque los ensayos siguen en curso y por ello es que de momento se han otorgado autorizaciones de emergencia.
López-Gatell mencionó que el otro estudio en la mira de las autoridades se refiere al aprovechamiento óptimo de las vacunas y en particular se investiga el efecto de una vacuna contra COVID si se aplica en personas que ya tuvieron la enfermedad.
Los hallazgos preliminares apuntan a que una vacuna de baja eficacia puede alcanzar una eficacia más alta al aplicarse en una persona que ya padeció COVID.
La posible explicación, mencionó López-Gatell, es que la infección previa que tuvo la persona actúa como si fuera la primera dosis y cuando se aplica propiamente la vacuna ésta actúa como la segunda dosis y “se alcanza una eficacia comparable con las vacunas de alta eficacia”.
Por: Gerardo Suárez
dhfm
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