El tema de las persecuciones políticas sumado, por supuesto, a la violencia que generan las bandas delincuenciales, los maras salvatruchas, tanto grupo delincuencial que opera regionalmente, pero si a estos les agregamos los grupos nacionales y transnacionales del crimen organizado, pues es como, fácilmente podemos analizar que el tema de los flujos migratorios se han incrementado de manera notoria.
Ya lo dijo aquí nuestro amigo el director de la Facultad. La Organización Internacional para los Migrantes estima entre 4 y 500 mil migrantes irregulares, que cada año transitan por nuestro pa��s, esto se ha ido subiendo, todo en aras de la búsqueda del sueño americano: ganar en dólares y a tener mejores salarios, jornadas más decorosas.
Y bueno, si a esto le agregamos el asunto de la violencia que ejercen, de los peligros que tienen, que viven los migrantes, pues se lanzan en el ánimo de contratar coyotes para su traslado, que estos a su vez realizan negociaciones con los grupos delincuenciales locales, y que a su vez, para pasar las aduanas y todos los puntos limítrofes, regiones, territorios controlados pues pactan con los cárteles internacionales de la droga, porque ese es el negocio.
Pero exponencialmente viven situaciones de riesgo, pues, las mujeres las obligan a trabajos de sexoservidoras, el secuestro, la extorsión. Y observamos como en estos tránsitos los encierran en tráileres o en casas de seguridad, los secuestran y piden dinero a sus familiares en sus lugares de origen, y todo esto es la maleta de riesgos con las que transitan los migrantes de Centroamérica y que necesariamente tienen que atravesar territorio nacional, para buscar el sueño americano.
Es evidente que la falta de información en el tema legal y la ausencia de una regulación por parte de los EE. UU., la pobreza creciente, la Cepal estima que hay 221 millones que viven en extrema pobreza solo en América Latina. Esto sumado a las cuestiones del terrorismo, de las inestabilidades políticas, de los países expulsores como lo son Honduras, Guatemala y El Salvador, lo llaman el triángulo norte, y sumado a los haitianos que han vivido penurias importantes, hasta brasileños han llegado a Tijuana.
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